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la acción humana pasa que éstas arremeten sentimental a las mascotas.
con furia contra aquel que las quiere cambiar o Nada hay más rastrero que la postura que
cambia. Pensemos en los desastres que se es- toma la soberbia y lo grave es cuando no se de-
tán produciendo con el deterioro a la ecología. ja aconsejar y mucho menos corregir, entonces
Los frutos serán muy amargos. Ahora se inten- se endiosa y nada, ni nadie la puede aparente-
ta volver hacia atrás para “curarnos en salud” mente vencer. Pero el tiempo tiene –como la na-
y no hay muchas soluciones puesto que se han turaleza- su propia ley y lo que se haya sem-
impuesto los protocolos de convertir la natura- brado eso se recogerá. Al final Cristo juzgará a
leza sierva del dominio humano. Entonces la todos y dará a cada uno su merecido al trigo co-
misma ley natural, que nunca perdona, se ha mo trigo y a la cizaña como cizaña (Cfr. Mt 13,
vuelto contra el ser humano. Si nos centramos 24-30). No hay escapatoria y la justicia no pue-
en leyes que emanan de los Parlamentos pode- de negarse a sí misma. De aquí se sigue que se
mos decir que quieren imponerse a la ley divi- puede llegar a una solución y es la de volver
na: ley del aborto, ley de la eutanasia… Las –antes del final- a considerar el camino equivo-
consecuencias serán muy dolorosas y será una cado y convertirse a la humildad que es la úni-
amenaza permanente que llevará a que se pier- ca medicina que cura la enfermedad espiritual
da lo auténtico del verdadero humanismo. Ya lo de la soberbia. Eliminemos la cizaña y
estamos observando con la excesiva afección pongamos en su lugar trigo. ❏
LA VERDAD • 5