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CARTAS DESDE LA ESPERANZA

CONSTERNADOS

PERO NO

DESESPERANZADOS gran iluminarnos y no responden a tantos inte-
rrogantes. Nos quedamos con un gran vacío in-
terior que desespera y se enrabieta. Es lo más
duro de la vida puesto que la lleva por caminos
y situaciones insospechadas y dolorosas.
Sólo Dios puede darnos una
¿Habrá alguna respuesta que podamos con-
respuesta al sufrimiento. seguir en estos momentos? La hay y sabemos
Jesucristo ha atraído sobre sí que sólo Dios puede regalárnosla y es la res-
puesta de Jesucristo en el momento más duro
todos los dolores y sufrimientos de la Cruz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me
de la humanidad de todos los has abandonado?” (Mc 15, 34). Este grito sigue
resonando en todos los sufrimientos de la hu-
tiempos. Como una esponja ha
manidad. La desesperanza se convierte en un
asumido sobre sí todo dolor, rechazo a Dios echándole en cara tal situación
sufrimiento y pecado. dolorosa que no ha solucionado. Muchos le ta-
chan de cruel porque no conoce el dolor ni el
― sufrimiento. Pero esto no ocurre en Dios, la se-
gunda Persona de la Trinidad, que se ha en-
MONS. FRANCISCO PÉREZ carnado en Jesucristo y ha gritado su Abando-
ARZOBISPO DE PAMPLONA - TUDELA no. Es más ha atraído sobre sí todos los dolores
y sufrimientos de la humanidad de todos los
tiempos. “Yo, cuando me levanten de la tierra,
atraeré a todos hacia mí” (Jn 12, 32). Como una
esponja ha asumido sobre sí todo dolor, sufri-
n el proceso de la experiencia hu- miento y pecado.
mana nos podemos topar ante cir- Hay un texto que siempre me ha impresio-
cunstancias muy dolorosas que nos nado y es de una poeta, Paul Claudel, que dice
asaltan con gran sorpre-
sa. Estos momentos con-
funden nuestra razón li- Dios ha venido a llenar el dolor con su
E mitada y hasta confundi- presencia. Por eso no digas nunca: ¿El
da que no entiende el sobresalto de
una enfermedad, de un accidente sufrimiento existe? Luego Dios no.
mortal, de una pérdida de los senti-
dos como el alzheimer, de una vio-
lencia agresiva que conlleva la muerte… Son si- así: ”Si Dios ha sufrido de esta manera… Toda-
tuaciones que nos llevan a la consternación y al vía quedan algunas nebulosidades. Pero al me-
dolor que no se comprende. Y por muchas vuel- nos, hay algo que jamás podremos decirle a
tas que dé la razón no llega a entender. Por más Dios: ¡No conociste el sufrimiento! Y es que
vueltas que damos a nuestros raciocinios no lo- Dios no ha venido a suprimir el dolor, ni siquie-

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