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Viaje ace tres días volví del viaje al Rei-
no de Baréin, que yo no conocía,
de verdad: no sabía bien como
era, ese reino. Deseo dar las gra-
apostólico cias a todos aquellos que han
acompañado esta visita con el
H apoyo de la oración, y renovar mi
a Baréin reconocimiento a su majestad el rey, a las otras
autoridades, a la Iglesia local y a la población por
la calurosa acogida. Y también, quiero dar las
gracias a los organizadores de los viajes: para
hacer este viaje hay un movimiento de gente, la
Los pasados días 3-6 de Secretaría de Estado trabaja mucho para prepa-
noviembre, el Papa Francisco rar los discursos, para preparar la logística, todo,
se mueven muchos… después, los traductores...
realizó un viaje apostólico al y después, el Cuerpo de la Gendarmería, el Cuer-
reino de Baréin, con motivo del po de la Guardia Suiza, que son muy buenos. ¡Es
un trabajo enorme! Todos, a todos quisiera daros
“Foro de Baréin para el Diálogo: las gracias públicamente por todo lo que hacéis
Oriente y Occidente por la para que un viaje del Papa vaya bien. Gracias.
Convivencia Humana”. El propio Resulta espontáneo preguntarse: ¿por qué el
Papa quiso visitar este pequeño país de grandísi-
Papa explica y hace balance del ma mayoría islámica? Hay muchos países cris-
viaje en estas líneas. tianos: ¿por qué no va antes a uno u otro? qui-
― siera responder a través de tres palabras: diálo-
go, encuentro y camino.
PAPA FRANCISCO Diálogo: la ocasión del viaje, deseado desde
hace tiempo, fue ofrecida por la invitación del
rey a un foro sobre el diálogo entre Oriente y
Occidente. Diálogo que sirve para descubrir la
riqueza de quien pertenece a otras gentes, otras
tradiciones, otros credos. Baréin, un archipiéla-
go formado por muchas islas, nos ha ayudado a
entender que no se debe vivir aislándose, sino
acercándose. En Baréin, que son islas, se han
acercado, se tocan. Lo exige la causa de la paz,
y el diálogo es “el oxígeno de la paz”. No os ol-
vidéis de esto: el diálogo es el oxígeno de la paz.
También en la paz doméstica. Se ha hecho una
guerra ahí, entre marido y mujer, después con el
diálogo se va adelante con paz. En familia, dia-
logar también: dialogar, porque con el diálogo se
custodia la paz. Hace casi sesenta años el Con-
cilio Vaticano II, hablando de la construcción del
edificio de la paz, afirmaba que tal obra «exige
de ellos [los hombres] con toda certeza que am-