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TRIBUNA LIBRE

CARTA A

UNA AMIGA,

BERNADETTE

DE LOURDES

―
O.A.M.
CONVENTO ST. GILDARD, NEVERS.
conocemos como Santuario de la Vir-
gen de Lourdes. Reconoces que no
miga,primeramente, fueron tranquilos aquellos primeros
Me cuentas
quiero darte las gracias días. Nadie creía tu historia y sospe- que la
por tu compañía, tu com- cho que la palabra que mejor te ense- severidad en
prensión y presencia. Por ñaron a conjugar los lugareños de
el trato hacia
brindarme el privilegio Lourdes fue el verbo dudar. Porque,
ti por la
de tener a mi lado a al- todos dudaban de tu relato; lo hacían
autoridad
A guien como tú, en quien aquellas niñas que te acompañaban el religiosa se
confiar y con quien soñar. Sí, Berna- primer día. Dudaban tus padres que evaporó a
dette, soñar con el ejemplo de tu vida se sentían incómodos al convivir con
partir del día
que me has ido relatando en nuestros una hija que parecía mantener rela-
25 de marzo
encuentros durante mis visitas a tu ca- ciones con lo celestial. El comisario te
cuando, a
sa. Porque, un día, recuerda, me co- insultaba, el procurador te quería en- insistencia
giste de la mano y me ofreciste los de- cerrar en un manicomio, presa de un tuya, María
talles de tu maravillosa experiencia profundo odio hacia Bernadette y ha- te reveló su
cuyo comienzo tuvo lugar una fría ma- cia la gruta que torturaba sus nervios. nombre:
ñana del 11 de febrero de 1858. La clase intelectual, aquel grupo de Inmaculada
Tu vida había trascurrido de forma petulantes de Lourdes, también te hu- Concepción.
intrascendente en un pequeño lugar millaban y te faltaban el respeto con
que se identificaba en la edad media calificativos tan banales como tauma-
con el nombre de Miriam-Belle, siendo turga o zahorí. ¿Sabes?, yo te hubiera
Miriam la forma morisca de MARÍA. defendido, pero aún me faltaba un po-
Pero, aquella mañana, tu vida cambió quito para nacer. El párroco de Lour-
para siempre. Habías nacido con el es- des te pedía que acabaras con tus car-
tigma de la enfermedad, en una fami- navaladas. No me sorprende tu acti-
lia salpicada por las necesidades más tud independiente y coherente en
básicas. Sin embargo, MARÍA puso aquellas circunstancias, porque desde
sus ojos sobre ti, te eligió entre todas que hablo contigo, intuyo que en el
las niñas de Lourdes para que fueras momento que un poder misterioso ac-
su embajadora, en una misión que hoy tiva tu voluntad de hierro hacia una

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