Page 18 - Laverdad_4339
P. 18
OBITUARIO
El despacho de
don José
―
ALFREDO URZAINQUI HUALDE,
DIRECTOR DE LA VERDAD
e nos ha ido Don José, sacerdote Sale-
siano con más de medio siglo en Pam-
S plona y muchísimas generaciones de
alumnos a los que sirvió dando clase, confe-
sando, saludando o, últimamente, ayudando a
sentirse “casa” salesiana.
Yo conocí a don José en los primeros años
de mi vida. Apenas tenía 7 años sin cumplir misterio un continente de un color y por el que
cuando don José ya estaba en aquella nostálgi- rezar. Allí me lo dio, en su despacho.
ca EGB en la que ejercía de sacerdote, de pro- Se nos ha ido discretamente, porque en el
fesor y hasta de médico. En clase, con discipli- fondo así fue su vida, estar sin hacer excesivos
na y rectitud; de médico, si estabas malo o no protagonismos, pero estando junto a tantísi-
ibas a clase y se interesaba, con una tierna pa- mos cursos que han pasado por las escuelas de
ternidad; y de sacerdote un fiel reflejo del Don Bosco.
buen pastor al convocar las celebraciones para A todos nos ha impresionado la reacción de
poder confesarnos en aquella “sala de audio vi- los chavales tras su muerte, sus escritos, la
sión”. huella que dejó. Así es Dios nuestro Señor. En
Fui creciendo bajo estas tres miradas suyas Belén, cuando el pueblo estaba en sus asuntos
y todas ellas convergían en un lugar especial de una manera discreta y sencilla, Dios se en-
en aquel pasillo de EGB, del antiguo colegio de carna. Es su lógica.
Salesianos, que era su despacho. Allí íbamos El año pasado vino a confesar a mi parro-
con todas las sensaciones menos con la sensa- quia. Después, le llevé en coche a Sarriguren y
ción de que era un despacho. Era, en realidad, en el trayecto me confesó que quería volver
un hogar, un sitio donde los chavales nos reu- más al estilo de Don Bosco. Cuidar el alma de
níamos en los grupos misioneros o ADS (Ami- los jóvenes, confesarlos, hacerse querer por
gos Domingo Savio), ahí veíamos al salesiano ellos, mostrarles a María Auxiliadora para que
de Don Bosco que señalaba a Jesús, siempre descubran a Jesucristo Señor de todos y de
como un amigo fiel a nuestro 10-12 años, y que todo. Que buenos consejos sacerdotales me
teníamos que anunciar por el mundo como tan- diste Don José. Tu cariño es impagable para mí
tos misioneros salesianos que en la pared de y para tus muchísimos antiguos alumnos. Há-
aquel despacho habían dejado elementos de blales a Don Bosco y a María Auxiliadora de
todos los países del mundo. Mi primer rosario nosotros y que el buen pastor nos junte en el
me lo regaló él. Era el rosario misionero, cada Valdocco del cielo. Amén. ❏
18 • LA VERDAD