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CARTAS DESDE LA ESPERANZA
CORAZONES
ARDIENTES,
PIES EN CAMINO
ahí que se requiera volver a las raíces del autén-
Celebramos el DOMUND,
tico humanismo que se sustenta en el amor que
recordando a todos los misioneros Dios ha derrochado sobre la humanidad.
que teniendo como fuerza motora La misión tiene como fuerza motora el Amor
de Dios que, manifestado en Jesucristo, ha trans-
el Amor de Dios, han confiado en formado al ser humano y éste estando caído le ha
Él y han dejado sus países para levantado gracias a la Salvación en Cristo. No
marcharse a predicar el Evangelio hay un humanismo auténtico sin el sustento sal-
vífico de Jesucristo. De ahí que, como se nos na-
y ayudar a los más necesitados. rra, los discípulos de Jesús estaban decepciona-
dos mientras se acercaban a Emaús: “Sin em-
― bargo nosotros esperábamos que Él sería quien
redimiera a Israel” (Lc 24, 21). Estaban decep-
MONS. FRANCISCO PÉREZ cionados aquellos discípulos y amargados sicoló-
ARZOBISPO DE PAMPLONA - TUDELA gicamente puesto que no comprendían que, ha-
biendo creído en Jesús, les hubiera engañado.
“Este drama de los discípulos de Emaús es como
un espejo de la situación de muchos cristianos de
nuestro tiempo. Al parecer, la esperanza de la fe
stamos celebrando el DOMUND -Do- ha fracasado. La fe misma entra en crisis a cau-
mingo mundial de las Misiones- y lo sa de experiencias negativas que nos llevan a
que se me ocurre en estos momentos sentirnos abandonados por el Señor. Pero este
que tanto se habla de diálogo, de camino hacia Emaús, por el que avanzamos, pue-
apertura, de acoger a todos… es la de llegar a ser camino de una purificación y ma-
promoción de la misión en
E todos los cristianos que se
precien a ello. La sociedad está ham- En la Eucaristía encontramos el consuelo y
brienta de amor y fraternidad. Los
movimientos sociales e incluso los po- la fuerza para seguir caminando y
líticos están pasando por unas cir- luchando aún en medio de las dificultades.
cunstancias de precariedad humana.
Y lo digo porque en el corazón de to-
dos, y de los sencillos de modo especial, hay mu- duración de nuestra fe en Dios” (Benedicto XVI,
chas razones para estar decepcionados. Por mu- Regina Caeli, III Domingo de Pascua, 6 de Abril
cho que se quiera reformar lo irreformable no se de 2008). Sólo la misión que Cristo nos regala, en
tiene presente que la persona sea el núcleo fun- nuestros corazones, puede solventar esta situa-
damental de la auténtica reforma. Imperan los in- ción.
tereses de todo tipo y de modo especial los inte- Durante el camino hacia Emaús van raciona-
reses de la “egolatría” con todos sus matices. De lizando su despiste en la fe y a pesar de estar
4 • LA VERDAD