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CARTAS DESDE LA ESPERANZA
ESTAD SIEMPRE
ALEGRES
EN EL SEÑOR
mandatos divinos, tanto más felices seremos
en la otra vida y tanto mayor será nuestra glo-
La alegría tiene su cimiento en
ria ante Dios” (Tratado sobre la carta a los Fi-
la experiencia del amor que lipenses, 5). La alegría tiene su cimiento en la
procede de Dios y que no se experiencia del amor que procede de Dios y
que no se confunde con nuestros sentimientos
confunde con nuestros más o menos atizados por falsas expectativas.
sentimientos más o menos Divertirse y vivir espacios de ocio sano es
atizados por falsas expectativas. muy saludable. Lo que nos hace daño es vivir
nuestros gustos de forma desordenada, igno-
rando que la persona es templo de Dios y no
― es un objeto de placer para gozar de forma
egoísta. Por experiencia se sabe que cuando
MONS. FRANCISCO PÉREZ
ARZOBISPO DE PAMPLONA - TUDELA se ha vivido desenfrenadamente una aparente
alegría, rodeados de euforias vacías, la conse-
cuencia al final produce el sentimiento de fra-
caso existencial. La alegría es algo tan grande
que debe estar, por medio, la acción de Dios.
De ahí que lo podemos comprobar en la expe-
n San Pablo se refleja, después de riencia de los santos.
haber pasado por tantos momentos Tenemos el ejemplo de San Agustín que
difíciles y de sufrimiento, la ale- buscando la alegría por fuera de sí mismo y en
gría: “Estad siempre alegres en el las ofertas engañosas del mundo, no se sentía
Señor” (Flp 4, 4). Y así lo expresa, saciado en su interior puesto que no lograba
reflexionando sobre esta
E carta, San Ambrosio:
“Las alegrías de este mundo condu- La alegría es algo tan grande que debe
cen a la tristeza eterna, en cambio,
las alegrías que son según la volun- estar, por medio, la acción de Dios. De ahí
tad de Dios durarán siempre y con- que lo podemos comprobar en la
ducirán a los goces eternos a quie- experiencia de los santos.
nes en ellas perseveren… Se nos ex-
horta a que nuestra alegría, según
Dios y según su cumplimiento de sus manda- el estado de plenitud que falazmente le ofrecí-
tos, se acreciente cada día más y más, pues an. Se sintió engañado hasta el momento en el
cuanto más nos esforcemos en este mundo que descubre la fuerza de la fe en Dios que le
por vivir entregados al cumplimiento de los ama inmensamente. Tras haber buscado en
4 • LA VERDAD