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TRIBUNA LIBRESIS

humano, tan real y digno como el Nos duele en
que ya ha nacido. el alma ver a
¿Por qué este genocidio de niños esos niños
sin nacer no nos causa el mismo es- con las caras
tupor y rechazo que el genocidio de ensangrentad
los niños que mueren a causa de la as en brazos
guerra? Sencillamente, porque los de sus
abortos ocurren de manera silencio- progenitores
sa, en la más absoluta soledad y pri- que corren
vacidad de las clínicas abortistas, hacia ninguna
sin fotografías horribles de esos parte, porque
niños desmembrados que no pueden no hay ningún
protestar, ni hacer oír sus llantos. lugar seguro
El aborto provocado siempre es, hacia el que
-y seguirá siendo-, un crimen perpe- dirigirse.
trado contra las criaturas más ino-
centes e indefensas que existen en
el mundo. Así lo debiéramos de ver
todos, como lo ve el mismo Dios. La
“cultura del aborto” es el síntoma
más elocuente de la degradación y
decadencia moral de la sociedad
mana. Esta percepción es fatalmen- actual. ❏
te equivocada. Los nasciturus, -o
niños por nacer-, tienen los mismos
derechos y dignidad que todos los
demás seres humanos, porque ellos
también lo son. Esto no obedece so-
lamente a una visión cristiana de la
vida. Es la propia ciencia la que nos
enseña que la vida comienza desde
el mismo instante de la concepción.
La tecnología moderna, mediante
las ecografías, así lo está demos-
trando. Lo que está en desarrollo en
el vientre materno no es un apéndi-
ce, un tumor, o algo que se le parez-
ca; sino una verdadera criatura hu-
mana, con su propio ADN y caracte-
rísticas distintas a las de la madre.
Se encuentra, ciertamente, en fase
de formación. Pero es un nuevo ser

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