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cuerpo se renueva al llenarse de su paz y dis-  sentido humano a la hora de actuar y obrar de
         frutar de su compañía.                      cara a las demás personas. Mejora la autoestima
            En la oración es donde se fragua la fuerza  puesto que ya no se centra en su propio egoísmo
         de la compañía ante las circunstancias de sole-  sino que se abre al amor hacia Dios y hacia los
         dad que nos acompañan en muchos momentos.   demás. Disminuye el estrés al comprobar que la
         Porque, como decía Ghandi: “Cuando todos te  vida  se  ha  de  realizar  paso  a  paso  y  siempre
         abandonan, Dios se queda contigo”. Los gran-  amando en el momento presente para no diva-
         des  místicos  han  experimentado  fuertes  sole-  gar sobre el pasado o fantasear sobre el futuro.
         dades, pero no se han hundido gracias a la ora-  Mejora la calidad de vida puesto que se organi-
         ción que “es tratar de amistad estando muchas  za mejor. Y en momentos de crisis se tiene una
         veces tratando a solas con quien sabemos nos  actitud positiva pues, por el contrario, lo normal
         ama” (Santa Teresa de Jesús). Se nos invita a  es  dejarse  llevar  por  el  negativismo.  Muchos
         vivir una verdadera amistad con Cristo. La re-  más efectos terapéuticos podríamos añadir res-
         lación con él llega a formar parte de nuestra vi-  pecto a la experiencia de oración. Ahora bien co-
         da  entera  y,  como  toda  relación  importante,  mo la oración es un encuentro con Dios y un des-
         marcará nuestra interioridad, nuestros afectos,  pliegue de amor a los hermanos nos lleva a vivir
         nuestro modo de ver las realidades que nos to-  lo que Cristo nos dice: “Venid a mí todos los fa-
         ca vivir, nuestros modos de juzgar a los demás,  tigados y agobiados, y yo os aliviaré. Llevad mi
         romperá con las pretensiones del orgullo y la  yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy
         vanidad. La mejor terapia que embellece al al-  manso y humilde de corazón, y encontraréis des-
         ma es la oración.                           canso para vuestras almas: porque mi yugo es
             No se ha de olvidar que la salud espiritual  suave y mi carga ligera” (Mt 11, 28-30). ¡Qué
         dignifica a la persona y la convierte en mayor  grande es la oración! ❏


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