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TRIBUNA LIBRE









            SANTIAGO ARELLANO,                       General, dirección de institutos, escuelas de pa-
                                                     dres o bien sobre sus publicaciones en el aspecto
                                                     educativo o literario.
                     UN QUIJOTE DEL                     En mi caso, por pertenecer al mismo ámbito
                                                     de la literatura y haber mantenido muchas y go-
                                 SIGLO XXI           zosas conversaciones en Zizur Mayor en el que
                                                     llamábamos familiarmente el atrio de los gentiles,
                                                     me fijaré más en este aspecto. Como dijo Borges
                                               ―     de Quevedo “Más que un hombre, era una vasta

                            MAIALEN AGUINAGA ALFONSO  literatura” lo podemos aplicar sin ambages a San-
                                                     tiago. Era un lector insaciable, todo lo humano le
                                                     interesaba, como diría el poeta latino Publio Te-
                                                     rencio: “soy un hombre y nada humano me es aje-
                      n hombre polifacético y de amplia  no”. Y como Horacio, otro poeta latino, más cono-
                      cultura de humanidades que aten-  cido por ser el autor del poema “carpe diem”, sa-
                      día  a  cada  persona  en  su  gran  bía el profesor Arellano “enseñar deleitando”. Sus
                      amor  por  la  persona  individual.  lecciones, clases o foros de literatura eran una
                      De  temperamento  apasionado  y  fuente de placer estético para el auditorio por po-
                      poético, un pedagogo nato por vo-  der escuchar esos análisis empapados de vida y
          U cación y con alma de artista. Con-       de entusiasmo porque Santiago ponía pasión en
          tagiaba  amor  por  la  Belleza.  Pensaba  con  Dos-  su transmisión. Sabía declamar y atraer la aten-
          toievski que también en la actualidad “la belleza  ción como un buen maestro de retórica. Y, de he-
          salvará el mundo”. Era cercano, afable, siempre  cho, con frecuencia, lo hacía de pie captando el in-
          sonriente y acogedor. Sus amigos y compañeros  terés de sus oyentes. Comunicaba deseos de leer
          de trabajo, aún de distinto pensamiento, lo apre-  y de ahondar en el análisis de los personajes de
          ciaban y lo respetaban por su simpatía, autoridad  ficción, que a veces sentía más vivos que las per-
          moral y magisterial. No se sentía enemigo de na-  sonas reales. Diríamos que su mente estaba po-
          die y, en cambio, poseía la cualidad de saber mi-  blada de duendes o mitos literarios, de personajes
          rar para poder ver lo invisible y esencial de cada  de conocidos cuadros de la historia de la pintura,
          uno, como El Principito de Saint-Exupéry que tan-  películas clásicas, esculturas como la del pensa-
          to comentó y al que le dedicó varios artículos y  dor que está en la entrada del cementerio de Pam-
          programas de radio, bajo el título Ojos para ver.  plona, que en mi caso nunca me había fijado. Era
          Llevó  con  garbo  sus  achaques  y  enfermedades  un amante de la palabra en su sentido más pleno,
          cuando llegaron y supo sobrellevarlos con humor,  porque la sentía como un reflejo de la Palabra ori-
          para seguir adelante escribiendo y manteniendo  ginaria “En el Principio era el Verbo” del inicio del
          un intenso horario, dado que era muy madruga-  Prólogo del evangelio de Juan. De ahí su afán por
          dor y trabajaba sin descanso. Era un ávido lector  explicar la inefabilidad del lenguaje en sus exce-
          que, unido a su extraordinaria memoria, era ca-  lentes, agudos y penetrantes comentarios de poe-
          paz de recitar de memoria textos literarios y aún  sía, desde la más profunda y mística al estilo de
          declamarlos. En definitiva, Santiago ha sido un  san Juan de la Cruz en su Cántico espiritual y Lla-
          hombre  comprometido  hasta  el  final  y  siempre  ma de amor viva o sant Teresa de Jesús a la más
          disponible para participar u organizar actividades  actual de poetas del siglo XX como la del lodosa-
          culturales,  literarias,  programas  de  radio,  etc.  no Ángel Martínez Baigorri, de la alavesa Ernes-
          Otros  artículos  han  incidido  más  sobre  su  vida  tina de Champourcin o de la cubana Dulce María
          profesional  e  intenso  curriculum  dedicados  al  Loynaz, a la más existencial y desgarradora poe-
          campo de la Educación como Inspector, Director  sía del vasco Blas de Otero, de la amorosa del se-


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