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CARTAS DESDE LA ESPERANZA
¿LA SANTIDAD ES
INALCANZABLE?
a Dios y al prójimo. Este doble carril se va desli-
Todos los cristianos, de cualquier zando durante todas las etapas de la vida hasta
llegar al final del mismo que es la eternidad. Un
clase o condición, están llamados
joven me preguntó en una ocasión: “¿Yo puedo
a la plenitud de la vida cristiana y ser santo?” y le respondí: “Puedes ser santo si
a la perfección del amor. Todos amas a Dios y a los demás. La síntesis la encuen-
tras en los Diez Mandamientos. Ellos son quienes
podemos ser santo si amamos a nos llevan por el doble carril. Si no los vives des-
Dios y a los demás. Y la síntesis la carrilarás y perderás llegar a la meta del viaje”.
encontramos en los Diez La santidad no se consigue con el voluntaris-
mo o con cerrar los puños. “¿Puedo hacerlo con
Mandamientos. mis fuerzas? La respuesta es clara: una vida san-
― ta no es fruto principalmente de nuestro esfuer-
zo, de nuestras acciones, porque es Dios, el tres
MONS. FRANCISCO PÉREZ veces santo, quien nos hace santos; es la acción
ARZOBISPO DE PAMPLONA - TUDELA del Espíritu Santo la que nos anima desde nues-
tro interior; es la vida misma de Cristo resucita-
do la que se nos comunica y la que nos transfor-
ma” (Benedicto XVI, Audiencia General, 13 de
stá en el pensamiento de muchas per- abril de 2011). Quien pretenda ser santo por su
sonas que la santidad es inalcanzable cuenta llegará un momento que aborrecerá ser-
puesto que es para gente especial y lo. Se necesita dejar que el Espíritu Santo actúe
muy selectiva. Tal vez en
otros momentos históri-
cos, así se pensaba. Con el
E Concilio Vaticano II se nos La semilla de la santidad comienza el día
muestra otra auténtica perspectiva. que fuimos bautizados y, si la regamos bien,
De ahí que afirme: “Todos los cristia- irá creciendo con el pasar del tiempo.
nos, de cualquier clase o condición,
están llamados a la plenitud de la vida
cristiana y a la perfección del amor” (LG 40). La y mueva la vida interior y encienda el corazón del
semilla de la santidad comienza el día que fuimos amor de Dios. Al Espíritu Santo se le denomina
bautizados y, si la regamos bien, irá creciendo como el Dulce Huésped que da consuelo, paz en
con el pasar del tiempo. La vida tiene muchos las horas de duelo, consuelo en medio del llanto,
momentos en los que se puede ir desarrollando la luz santificadora, lava las inmundicias, fecunda
experiencia de santidad, puesto que la fuerza de los desiertos de nuestra vida y cura nuestras he-
la misma es la caridad que se muestra en el amor ridas, al final cambia nuestra vida y nos concede
4 • LA VERDAD