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EDITORIAL









                                   DIA DEL


                           CATEQUISTA



                                                ―
                                    ALFREDO URZAINQUI




                    l  Día  del  Catequista  es  un  día  im-
                    portante en el calendario diocesano.
                    Es un encuentro numeroso, alegre,
                    festivo, lleno de fe y de alegría. Los
                    Catequistas  necesitáis  veros,  com-  Acompañándoles en la práctica de la vida cris-
                    partir  las  experiencias,  ver  que  la  tiana en general. Son verdaderos tutores de la
           E Iglesia  de  Navarra  es  mucho  más     fe  de  sus  catecúmenos,  pedagogos.  Recorde-
           grande y que en ella hay otros muchos cate-  mos las palabras de san Pablo: “Os quiero co-
           quistas viviendo y trabajando con las mismas  mo a hijos. Ahora que estáis en Cristo tendréis
           experiencias, con los mismos logros y los mis-  muchos tutores, pero padres solo tenéis uno. Yo
           mos sufrimientos. Es un encuentro de fe y de  os engendré para Cristo por medio del Evange-
           comunión, presididos por el Obispo y los sacer-  lio. Así pues os ruego que seáis imitadores mí-
           dotes necesitamos sentirnos Iglesia del Señor  os (como yo lo soy de Cristo). En otros lugares
           en la diversidad de carismas y ministerios, to-  les dice a los cristianos que sean imitadores su-
           dos anunciando a Jesucristo y su Evangelio.   yos, como él es imitador de Cristo”.
              La  dinámica  de  la  Mañana,  la  Eucaristía  Ojalá seamos muchos los que nos veamos
           presidida por el Arzobispo y la comida fraterna  este sábado 11, en el Seminario de Pamplona,
           hacen de este día una cita ineludible
           para el encuentro. Pero más allá de
           eso, es un día para valorar y agrade-  Los catequistas tienen que ser testigos de
           cer este ministerio esencial en la vi-  la fe, capaces de enseñar a creer en Dios con
           da de la comunidad cristiana. Ser ca-  las obras, con la vida, rezando con sus
           tequista es ser apóstol de Jesús. Los
           catequistas  tienen  que  ser  testigos  catecúmenos, acompañándolos personalmente…
           de la fe, capaces de enseñar a creer
           en Dios con las obras, con la vida, re-
           zando con sus catecúmenos, acompañándolos  convocados  por  la  delegación  de  catequesis.
           personalmente en el surgimiento y en la madu-  Sintiéndonos  Iglesia  del  señor  que  peregrina
           ración  de  su  fe,  en  su  conversión  personal  a  en Navarra y que no tiene otro premio ni otro
           Cristo y a Dios, en la renovación de su vida a  gozo que el anuncio de Cristo Jesús como Se-
           medida que entran en el conocimiento y en la  ñor y salvador de la humanidad. Enhorabuena
           convivencia con Jesús, en el conocimiento de su  catequistas  por  vuestra  difícil  y  apasionante
           vida y de sus enseñanzas, en su descubrimien-  misión. Os necesitamos. El Señor, que ve en lo
           to de Dios y en experiencia de la fe, en la prác-  escondido, os recompensará. ❏
           tica de las virtudes teologales y morales, etc.


           2 • LA VERDAD
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