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CARTAS DESDE LA ESPERANZA

LA VIRTUD

PROBADA LLEVA A

LA FORTALEZA se de dificultades o peligros. Es poner la confian-

za que procede de la fuerza del Espíritu Santo.
Se habla del don de fortaleza Ahí tenemos la experiencia de los santos y de mo-
do especial de los mártires. El don de fortaleza ha-
que lleva a la perfección. La ce posible que se sepa aceptar el sufrimiento con
fortaleza consigue que se actúe la entereza que aporta.
Así lo expresaba el Papa Francisco: “Hay tam-
con energía, prontitud e bién momentos difíciles y situaciones extremas en
inquebrantable perseverancia. El las que el don de fortaleza se manifiesta de modo
don de fortaleza es extraordinario, ejemplar. Es el caso de quienes
deben afrontar experiencias particularmente du-
indispensable para poder llegar ras y dolorosas, que revolucionan su vida y la de
a la santidad, a la que todos sus seres queridos. La Iglesia resplandece por el

estamos llamados. testimonio de numerosos hermanos y hermanas
que no dudaron en entregar la propia vida, con tal
― de permanecer fieles al Señor y a su Evangelio.
También hoy no faltan cristianos que en muchas
partes del mundo siguen celebrando y testimo-
MONS. FRANCISCO PÉREZ
ARZOBISPO DE PAMPLONA - TUDELA niando su fe, con profunda convicción y sereni-
dad, y resisten incluso cuando saben que ello pue-
de comportar un precio muy alto. También nos-
otros, todos nosotros, conocemos gente que ha vi-
vido situaciones difíciles, numerosos dolores. Pe-
n conversaciones con personas que ro, pensemos en esos hombres, en esas mujeres
van describiendo las experiencias por que tienen una vida difícil, que luchan por sacar
las que va caminando el género hu- adelante la familia, educar a los hijos: hacen todo
mano actualmente y, en este caso de esto porque está el espíritu de fortaleza que les
modo especial, los psiquia-
tras suelen afirmar que las
E pruebas por las que mu- El don de fortaleza hace posible
chos se encuentran envueltos pueden que se sepa aceptar el sufrimiento con
llevar a una mayor madurez de resis- la entereza que aporta.
tencia o, por el contrario, se desvane-
ce en un mar de impotencia. En el ám-
bito espiritual se habla del don de fortaleza que ayuda…Estos hermanos y hermanas nuestros son
lleva a la perfección, a la virtud moral de fortale- santos, santos en la cotidianidad, santos ocultos
za consiguiendo que actúe con energía, prontitud en medio de nosotros: tienen el don de fortaleza
e inquebrantable perseverancia, con un heroísmo para llevar adelante su deber de personas, de pa-
sobrenatural. Robustece al alma contra toda cla- dres, de madres, de hermanos, de ciudada-

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