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nos…Es el Espíritu Santo que tienen dentro y es  de los proyectos que no se cumplen en la realidad,
         el que les conduce” (Catequesis, Plaza de San Pe-  el materialismo que socaba los anhelos que uno
         dro, 14 de mayo 2014).                      había puesto en su programa de vida, las expe-
            Este texto es muy claro y evidencia los frutos  riencias de bienestar que se ven truncadas por
         que produce la virtud de la fortaleza que supera  una pérdida de valores económicos, los frutos de
         todas las dificultades con valentía e ilusión. En el  un  hedonismo  que  lleva  como  consecuencia  la
         ritmo ordinario de nuestra vida diaria se ha de te-  desilusión, los paraísos que ofrece la lujuria y se
         ner presente, la fortaleza, como la fuerza que su-  convierte  en  un  indeseable  “infierno”  existen-
         pera los obstáculos y no por puro voluntarismo si-  cial… Y así podríamos protocolizar cantidad de
         no, como dice el apóstol Pablo: “Todo lo puedo en  experiencias negativas que se convierten en un
         Aquel que me conforta” (Flp 4, 13). Sin esta fuer-  sufrimiento existencial.
         za divina todo se desvanece y de ahí que hemos  Ante tal experiencia conviene poner la mirada
         de estar atentos para no dejarnos dominar por la  en el Dios que nos ha creado por amor y nos ayu-
         pereza o el desaliento. Hoy, de modo especial, an-  da a ser fuertes. Para ello conviene fomentar este
         te los logros de la ciencia y de la prepotencia hu-  don y virtud de la fortaleza: “A Dios rogando y con
         mana no se comprenden las fatigas y pruebas que  el mazo dando”. No dejarnos llevar por las quejas.
         proporciona la vida. Todo se quiere resolver sin  Pedir a Dios que nos ayude a llevar la cruz y nos
         penalidades de ningún tipo y esto es el fracaso se-  dé fuerzas para sobrellevarla santamente. La vida
         guro que lleva a la desesperación.          tiene sus momentos de cara y de cruz como una
            Muchas veces nos encontramos con personas  moneda, pero es la misma moneda (nuestra vida)
         que sufren la soledad, la angustia de una enfer-  la que tiene como esencia el amor que Dios nos ha
         medad, la relación familiar que se quiebra, las crí-  regalado. El don de fortaleza es indispensable pa-
         ticas que devalúan a la persona y no se siente que-  ra  poder  llegar  a  la  santidad,  a  la  que  todos
         rida, los trabajos que agotan, las inestabilidades  estamos llamados. ❏


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