Page 30 - Laverdad_4318
P. 30
LITERATURA
PORMENORES
―
SANTIAGO ARELLANO
Cloti Estévez Márquez, in mem.
renne ni duradero ni eterno.
PENSAR que «Las Meninas», Miguel D’Ors con palabra contundente y
el Taj Mahal, el Trono Ludovisi, radical nos lo reafirma “aniquilado todo, pura
la catedral de Chartres y el Partenón están ausencia, como si nunca hubieran existido los
destinados también a ser polvo y ceniza. hombres” con sólo “pensar” que todo el lega-
Y los versos de Jorge Manrique y Baudelaire, do más sublime o señero o divertido de la cre-
y las obras completas de Platón y Cervantes atividad humana están también destinados a
y Shakespeare y Petrarca: ser polvo y cenizas.
todos los libros, todo el celuloide, todos No se trata de una prueba para compro-
los deuvedés y los cedés -John Ford, bar nuestra culturilla general, aunque alguna
Orson Welles, Rossellini, Bach, Beethoven, de sus citas nos obligue -entre la ignorancia y
Louis Armstrong, José Alfredo Jiménez, el olvido (el Trono Ludovici, por ejemplo) a
Judy Collins... -; echar mano de catálogos informativos. Se tra-
aniquilado todo, pura ausencia, ta de una enumeración selectiva, suficiente-
como si nunca hubieran existido los hombres mente representativa de la capacidad creado-
y no hubieran logrado jamás atravesar ra humana.
las fronteras mezquinas de su naturaleza Para valorar la originalidad es muy útil re-
y rozar con sus dedos algo eterno. lacionar con otros textos conocidos. Resue-
Qué injusticia habría sido el Universo, nan en nuestra memoria las sobrecogedoras
qué insensatez la Historia, palabras del poeta sevillano Rodrigo Caro a
qué despilfarro absurdo, las ruinas de Itálica. Nadie como él supo ex-
si no existiera un tiempo, o un lugar, presar los estragos del tiempo. Con fuerza in-
o un estado igualable siguen sus palabras conmoviendo
en que encontrar de nuevo todas esas nuestra sensibilidad. Del largo poema elijo so-
cosas, las mismas y a la vez mejores: lo unas estancias, un fragmento, imagen re-
englobadas en una Felicidad perfecta; presentativa del destino que a civilizaciones y
pormenores apenas –mas no sé cómo decirlo- sus monumentos les esperan. Como a Itálica,
de una mirada de infinito Amor. a todo lo demás, sea grandioso como el Par-
tenón o el Taj Majal o el más insignificante y
Que somos tiempo, que los días se desli- divertido deuvedé:
zan sin que nada pueda detenerlo, que se va
todo al mar -que es el morir- es una experien- Estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora
cia universal innegable. Nosotros nos vamos campos de soledad, mustio collado,
y por más esfuerzos que haga la Humanidad, fueron un tiempo Itálica famosa.
todo termina desapareciendo, si no a la par Aquí de Cipión la vencedora
que nosotros, poco después; nada resulta pe- colonia fue; por tierra derribado
30 • LA VERDAD