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EN PORTADA
LOS SACERDOTES,
GUÍAS Y TESTIGOS EN
NUESTRA VIDA
―
JESÚS ECHEVERZ
DIRECTOR DEL SECRETARIADO
PARA LA PASTORAL VOCACIONAL Y
RECTOR DEL SEMINARIO DIOCESANO
den. Pero sí son servidores. Y como decía una per-
sona: El sacerdote está para servir. Y el que no sir-
ve, no sirve para nada.
todos nos gusta compartir las bue- Necesitamos sacerdotes. Y necesitamos rezar
nas noticias con las personas que para que haya sacerdotes. Jesús lo solicita en el
queremos. En el nacimiento de un evangelio: “Les decía: La mies es abundante y los
hijo, cuando nace alguien en nues- obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies
tra familia. Nos gusta celebrar el que mande obreros a su mies”. (Mc 10, 1-2).
amor y deseamos lo mejor a alguien Rogamos para el fomento de vocaciones. Sa-
A que celebra su matrimonio. Un as- cerdotes, diáconos, y vida consagrada.
censo en el trabajo, la mejora de contrato o un Voy a contar una experiencia personal. Hace
progreso vital suele ser digno de celebración. unos meses fui un día de excursión a la Sierra de
A su vez, y de manera contraria, cuando esta- Urbasa. Temprano nos levantamos y después de
mos preocupados, solemos tener la necesidad de dejar los coches en el pueblo de Baquedano, em-
contárselo a alguien. Un mal día, un disgusto, o prendimos la marcha con ganas de gozar del día.
cuando hay que decidir algo importante, busca- Hacía un sol esplendido. Pero casi sin darnos
mos el consejo de personas que nos pueden ayu- cuenta, se echó la niebla, y nos desorientamos.
dar. Y qué decir, en situaciones de pérdida. En Un momento que no supimos en qué lugar está-
aquellas que perdemos a alguien que estaba en el bamos. Empezamos a preocuparnos. Además,
centro de nuestro corazón. tampoco la cobertura llegaba y temíamos que
En todos estos casos y más, queremos que al- anocheciera en el monte. La ansiedad iba cre-
guien esté presente. ciendo, sin saber donde estamos y hacia donde ir.
Hace pocas semanas escribía nuestro arzobis- De repente vimos una señal de madera, en la
po una carta pastoral que mencionaba a los sa- que señalaba la población de la que habíamos sa-
cerdotes, como médicos del alma. Y en muchas de lido: Baquedano. El susto se nos pasó. Y volvimos
las situaciones antes nombradas, suelen estar a encontrar la senda de vuelta.
presentes los sacerdotes. O bien a través de los Cuento esto, porque la vida consagrada, sa-
sacramentos, o porque se acude a ellos buscando cerdotes y diáconos, son como esa señal del ca-
consejo y acompañamiento espiritual. mino, que nos indican al lugar donde hemos de
Los sacerdotes son “médicos del alma”. ¿qué volver, no es Baquedano, sino el cielo, el Reino,
sería de una sociedad sin Iglesia? Eso sería una y la casa del Padre. Son testigos de una vida que
sociedad sin sacerdotes. No es que la Iglesia sólo nos espera. Recemos por ellos y por las
sean los que forman parte del ministerio del or- vocaciones. ❏
26 • LA VERDAD

