Page 24 - Laverdad_4325
P. 24
EN PORTADA
Pascua del ueridos hermanos y hermanas:
La enfermedad forma parte de
nuestra experiencia humana.
Pero, si se vive en el aislamiento
Enfermo y en el abandono, si no va acom-
pañada del cuidado y de la com-
Q pasión, puede llegar a ser inhu-
El próximo 14 de mayo, sexto mana. Cuando caminamos juntos, es normal
que alguien se sienta mal, que tenga que dete-
Domingo de Pascua, se celebra nerse debido al cansancio o por algún contra-
la Pascua del Enfermo, una tiempo. Es ahí, en esos momentos, cuando po-
ocasión para que los fieles y demos ver cómo estamos caminando: si real-
mente caminamos juntos, o si vamos por el mis-
las parroquias oren y se mo camino, pero cada uno lo hace por su cuen-
acerquen a las personas ta, velando por sus propios intereses y dejando
que los demás “se las arreglen”. Por eso, en es-
enfermas, a sus familias y a
ta XXXI Jornada Mundial del Enfermo, en pleno
los sanitarios. Esta celebración camino sinodal, los invito a reflexionar sobre el
pone fin a la campaña iniciada hecho de que, es precisamente a través de la
experiencia de la fragilidad y de la enfermedad,
el 11 de febrero, con la Jornada como podemos aprender a caminar juntos se-
Mundial del Enfermo, que este gún el estilo de Dios, que es cercanía, compa-
año tiene como lema: “Déjate sión y ternura.
En el libro del profeta Ezequiel, en un gran
cautivar por su rostro oráculo que constituye uno de los puntos culmi-
desgastado”. En su Mensaje de nantes de toda la Revelación, el Señor dice así:
«Yo mismo apacentaré mis ovejas y las llevaré a
la Jornada, que reproducimos
descansar —oráculo del Señor—. Buscaré a la
aquí, el Papa Francisco oveja perdida, haré volver a la descarriada, ven-
recuerda la importancia de la daré a la herida y curaré a la enferma […]. Yo
las apacentaré con justicia» (34,15-16). La ex-
compasión como ejercicio periencia del extravío, de la enfermedad y de la
sinodal de sanación. debilidad forman parte de nuestro camino de
un modo natural, no nos excluyen del pueblo de
Dios; al contrario, nos llevan al centro de la
atención del Señor, que es Padre y no quiere
perder a ninguno de sus hijos por el camino. Se
trata, por tanto, de aprender de Él, para ser
verdaderamente una comunidad que camina
unida, capaz de no dejarse contagiar por la cul-
tura del descarte.
24 • LA VERDAD