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versidad de Montevideo-Uruguay). Se priva a los niños del derecho a
La Iglesia se preocupa por el su- conocer su identidad, su información
frimiento de las mujeres afectadas genética, su historia familiar y médi-
por una esterilidad uterina pero se ca, al no poder identificar quiénes
opone a la despenalización de la ma- son sus madres y padres. “A María su
ternidad subrogada en nombre del madre nunca le ocultó que había sido
respeto a la dignidad humana y se- concebida con el semen de un do-
gún la palabra de Dios: “¿O no sabéis nante. Pero eso no la ha librado de
que vuestro cuerpo es templo del Es- sentir rabia y enfado. Cuenta que de
píritu Santo que está en vosotros y pequeña siempre tuvo curiosidad por
habéis recibido de Dios y que no os conocer a ese señor, pero como a su
pertenecéis? Habéis sido comprados alrededor se veía todo tan natural,
mediante un precio. Glorifica, por tan normal, por no hacerle daño a su
tanto, a Dios en vuestro cuerpo” (1Co madre, no se atrevía a contar que
6, 19-20). El auténtico sentido huma- sentía mal. A su padre biológico se lo
no/cristiano y apoyado en la ley natu- imagina en el momento de la dona-
ral no puede ser trastocado por la ción del semen como un veinteañero
manipulación de quienes colaboran que necesitaba un dinerillo para unas
en convertir, en este caso, a la mujer cervezas. La molestaba la irresponsa-
como un objeto de alquiler para ven- bilidad de traer gente al mundo de
der al que ha engendrado por una esta forma”. Así de duro es para
gestación de sustitución. La naturale- quienes lo padecen. ❏
za manipulada, al final, pasa factura.

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