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LITURGIA









                      EL PASTOR DEL


                         REBAÑO Y LA



                           PUERTA DEL


                                  APRISCO


                                                ―
                                ALFREDO LÓPEZ VALLEJOS

                                                      mi Pastor, nada me falta; hacia las aguas de
                                                      reposo me conduce, y conforta mi alma. Aun-
                        o puede resultarnos extraño en-  que camine por cañadas oscuras, ningún mal
                        contrar en los evangelios, pues-  temeré, porque tú vas conmigo. Tu bondad y
                        to que iban dirigidos a la gente  tu misericordia me acompañan todos los días
                        sencilla  del  pueblo,  una  abun-  de mi vida".
                        dancia de imágenes que descri-   En  el  Evangelio  de  Juan  (10,1-16),  encon-
                        ben lo que supone la figura de  tramos al propio Jesús identificándose con esta
           N Jesús para nuestra vida de cre-          imagen: las ovejas reconocen su voz y él cono-
           yentes y seguidores suyos. Responden a símbo-  ce a sus ovejas y las llama a cada una por su
           los con los que él mismo se identifica y fáciles  nombre. Lo curioso del caso es que según de-
           de entender en su significado: el buen pastor, la  talla el evangelista: "Jesús les puso esta com-
           piedra angular, el camino, el pan de vida, la ro-  paración pero ellos no entendieron de qué les
           ca, el maestro, la luz, la vida, la puerta.   hablaba (6)"...
              Casi todas ellas, tomadas de la vida bucóli-  Entonces Jesús recurre a otra imagen com-
           ca y pastoril del pueblo de Israel, tienen un  plementaria,  aunque  aparentemente  más  ex-
           fuerte arraigo en la milenaria tradición bíblica  traña y difícil de entender: "Por esto añadió Je-
           con  bastantes  siglos  de  antigüedad.  Baste  sús: Os aseguro, yo soy la puerta de las ovejas".
           pensar en el bellísimo y significativo salmo 23,  Con ella quiere expresar que solo a través de su
           que nos describe al Buen Pastor: "El Señor es  mediación tenemos garantizado el acceso al Pa-
                                                      dre, a la salvación y a la vida eterna. Sólo la
                                                      puerta representa la mediación esencial para
                                                      ser realmente libres. "Yo soy la puerta, quien
                                                      entre por mí se salvará y podrá entrar y salir y
                                                      encontrará pastos abundantes" (9). Porque él
                                                      no pretende establecer con nosotros una rela-
                                                      ción basada en la dependencia, sino en la con-
                                                      fianza plena que nos conduzca hasta alcanzar
                                                      la plenitud de vida. Identificarse, como lo hace
                                                      Jesús con la puerta, expresa el acceso, la cer-
                                                      canía, la seguridad, la libertad, el descanso, la
                                                      serenidad, la hospitalidad y el acogimiento. ❏


           38 • LA VERDAD
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