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LECTURAS









             DOMINGO DE                     también  hay  cretenses  y  árabes;  y
                                            cada  uno  los  oímos  hablar  de  las
                                            grandezas de Dios en nuestra pro-
              PENTECOSTÉS                   pia lengua».




                                      ―     Salmo 103, 1ab y 24ac. 29bc-30.
                                   CICLO A  31 y 34

                                            /R. Envía tu Espíritu, Señor, y repue-
                                            bla la faz de la tierra.
          Hechos 2, 1-11
                                            Bendice, alma mía, al Señor:
          Al cumplirse el día de Pentecostés,  ¡Dios mío, qué grande eres!
          estaban todos juntos en el mismo lu-  Cuántas son tus obras, Señor,
          gar. De repente, se produjo desde el  la tierra está llena de tus criaturas.  R/
          cielo un estruendo, como de viento
          que soplaba fuertemente, y llenó to-  Les retiras el aliento, y expiran
          da  la  casa  donde  se  encontraban  y vuelven a ser polvo;
          sentados. Vieron aparecer unas len-  envías tu espíritu, y los creas,
          guas, como llamaradas, que se divi-  y repueblas la faz de la tierra. R/
          dían,  posándose  encima  de  cada
          uno  de  ellos.  Se  llenaron  todos  de  Gloria a Dios para siempre,
          Espíritu  Santo  y  empezaron  a  ha-  goce el Señor con sus obras;
          blar en otras lenguas, según el Es-  que le sea agradable mi poema,
          píritu les concedía manifestarse.  y yo me alegraré con el Señor.  R/
          Residían  entonces  en  Jerusalén  ju-
          díos  devotos  venidos  de  todos  los
          pueblos que hay bajo el cielo. Al oír-
          se este ruido, acudió la multitud y  1 Corintios 12, 3b-7. 12-13
          quedaron  desconcertados,  porque
          cada uno los oía hablar en su propia  Hermanos: Nadie puede decir: «¡Je-
          lengua. Estaban todos estupefactos  sús es Señor!», sino por el Espíritu
          y admirados, diciendo: «¿No son ga-  Santo. Y hay diversidad de carismas,  “Pentecostés”
          lileos todos esos que están hablan-  pero un mismo Espíritu; hay diversi-  del pintor
          do?  Entonces,  ¿cómo  es  que  cada  dad de ministerios, pero un mismo  Nicolás Borrás
          uno de nosotros los oímos hablar en  Señor; y hay diversidad de actuacio-  Falcón. Obra
          nuestra  lengua  nativa?  Entre  nos-  nes, pero un mismo Dios que obra  del siglo XVI
          otros hay partos, medos, elamitas y  todo en todos. Pero a cada cual se le
          habitantes de Mesopotamia, de Ju-  otorga la manifestación del Espíritu
          dea y Capadocia, del Ponto y Asia,  para el bien común. Pues, lo mismo
          de Frigia y Panfilia, de Egipto y de  que el cuerpo es uno y tiene muchos
          la zona de Libia que limita con Cire-  miembros, y todos los miembros del
          ne; hay ciudadanos romanos foras-  cuerpo, a pesar de ser muchos, son
          teros, tanto judíos como prosélitos;  un solo cuerpo, así es también Cris-


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