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Sabemos por experiencia que cuando uno se  aquella ocasión se acercaron los discípulos a Je-
        escuda en DEMOSTRAR generalmente esto su-  sús y le preguntaron: -¿Quién piensas que es el
        pone mucho esfuerzo para tratar de hacer que la  mayor en el Reino de los Cielos? Entonces llamó
        otra persona se admire y lleva como consecuen-  a un niño, lo puso en medio y dijo: - En verdad os
        cia complacer a los demás sea como sea. Deja-  digo: si no os convertís y os hacéis como los ni-
        mos al lado la apertura sincera y nos escudamos  ños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Pues
        en aquello que emana falazmente de nuestros ar-  todo el que se humille como este niño, ése es el
        gumentos para ser aplaudidos. Sin embargo he-  mayor en el Reino de los Cielos” (Mt 18,1-4). No
        mos de pensar en quiénes somos, lo que desea-  cabe duda que este gesto de Jesucristo es la me-
        mos y queremos sinceramente correspondiendo  jor enseñanza para comprender que mostrarse
        a lo más auténtico que hay en nuestro interior: el  con transparencia y dignidad conlleva la humil-
        amor y el testimonio sincero. La sociedad, mu-  dad. Esto nos hace auténticos. Así afirmaba San
        chas veces, nos impone llenar unas expectativas  Agustín: “Si me preguntáis qué es lo más esen-
        que no tienen fundamento porque son como nu-  cial en la religión y en la disciplina de Jesucristo,
        bes sin consistencia. En definitiva queremos de-  os responderé: lo primero la humildad, lo segun-
        mostrar que somos fenomenales y lo afirmamos  do la humildad y lo tercero la humildad” (Episto-
        con  los  mejores  argumentos  que  surgen  como  llae,  118,22).  Jesucristo  no  se  empeñó  en  ser
        auto afirmación de uno mismo.              comprendido sino en despertar en cada persona
           En cambio MOSTRAR es abrir el corazón y  la conciencia de que Él está dentro del corazón
        afirmar con sencillez: ¡Esto es lo que soy y esto  humano.  Su  presencia  siempre  es  una  inspira-
        es lo que siento profundamente!  Jesucristo nos  ción y se muestra sin más. De ahí que no necesi-
        va enseñando con su ejemplo y con sus enseñan-  te  demostrarse  porque  Dios  se  muestra  con
        zas a tener un corazón abierto y humilde: “En  transparencia y nos invita que así le imitemos. ❏


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