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las tentaciones debe poner los medios ple y acercarse a grupos que ayuden
para ello: el conocimiento de sí, la desde la fe. Las fiestas de fin de sema-
práctica de una ascesis adaptada a las na envueltas, muchas veces, de droga
situaciones encontradas, la obedien- y sexo a troche y moche provocan si-
cia a los mandamientos divinos, la tuaciones tan dañinas que llevan a la
práctica de las virtudes morales y la fi- desesperación y a la ruina moral.
delidad a la oración” (Nº 2339-2340). Para la sociedad actual, hablar de
Cuando te vengan las tentaciones, castidad es como algo trasnochado y
te invito que recuerdes a San Agustín que no tiene sentido, sin embargo, ca-
que vivió disolutamente su juventud y da día las noticias nos hablan de “vio-
tenía como ídolo la lujuria. Pero un día lencia de género”, de “abusos sexua-
encontró el Amor de Dios, le fascinó y les”, de “pornografía”, de “liberación
dijo: “La castidad nos recompone; nos sexual”… Las consecuencias son muy
devuelve a la unidad que habíamos nocivas pues con la pureza de la natu-
perdido dispersándonos”. No olvide- raleza no se puede jugar y menos de-
mos que el dominio de sí es una obra preciar y despreciar. La castidad es el
que dura toda la vida. Nunca se la con- gesto de un humanismo sano, la luju-
siderará adquirida una vez para siem- ria es un gesto de un humanismo in-
pre. En todas las etapas de la vida con- sano. La castidad es la mejor forma-
viene fortalecerla. En algunas épocas ción y educación sexual donde se apli-
–de modo especial en la juventud- con- ca y sabe lo que corresponde a toda
viene estar más atentos pues las ten- vocación: celibato, virginidad y
taciones aumentan y se requiere tem- matrimonio. ❏

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