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OBITUARIO

UNAS PALABRAS EN

RECUERDO DE JOSÉ

LUIS ELCARTE

MARTÍNEZ, PÁRROCO

AMESCOANO QUE YA

NOS DEJÓ Y GOZA

DEL SEÑOR

―
mostraba auténtica empatía con quienes sufrían
JESÚS MARÍA DÍAZ GÓMEZ
hostigados por el dolor, la enfermedad, la margi-
nación, la incomprensión. Innumerables son los
amescoanos a los que bautizó, catequizó, dio la
eucaristía, confesó, casó, impartió la extremaun-
ción y celebró las honras fúnebres en el momento
on José Luis", como le llamába- postrero de la muerte, en el momento, gozoso pa-
mos en Améscoa con respeto y ra el cristiano, del nacimiento a la Vida Eterna.
cariño, fue nuestro párroco des- Siempre estaba dispuesto a lo que hiciera falta en
de 1964. Había ejercido previa- cada momento, su tiempo era para los demás. Sin
mente como sacerdote en Izur- ánimo de panegíricos o elogios enfáticos, es ver-
diaga y Lodosa durante poco más dad que epítetos como religioso, solidario, frater-
D de cinco años. Tras casi seis dé- nal, caritativo, misericordioso, humilde, cordial,
cadas de intenso y fecundo ejercicio pastoral en la alegre, irónico, socarrón, encajan perfectamente
tierra amescoana que le vio nacer y tras una bre- en la descripción de su personalidad y de su ca-
ve estancia final en la residencia sacerdotal El rácter, aunque como todo ser humano estuviera
Buen Pastor de Pamplona, obligado por su edad y expuesto a la falibilidad.
estado de salud, falleció en ella, a los 89 años, el Fue un sacerdote muy trabajador, cumplidor,
domingo cinco de marzo de 2023, en silencio y re- organizado y competente y al provenir de una fa-
cogimiento, sin llamar la atención, sencillo y hu- milia de albañiles, de una saga de expertos en el
milde como era su modo de ser. Fue un sacerdote mundo de la construcción, siempre estuvo pen-
muy querido y apreciado en el valle y nos dejó al- diente de mantener en buena conservación y cui-
truistamente lo mejor de sí. Bien sabía, como dado no solo las almas de sus feligreses, sino tam-
hombre sensible y generoso, como alma profun- bién las iglesias, ermitas y todo el patrimonio que
damente cristiana, que no hay mejor forma de ser como párroco tenía bajo su responsabilidad y que
feliz que dándose a los demás. Siempre estaba tantas generaciones de nuestros antepasados han
preocupado por los feligreses, por sus problemas contribuido a crear y que, como memoria colecti-
y dificultades. Compartía alegrías y tristezas, va, debemos conservar. Y se ha preocupado por

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