Page 27 - Laverdad_4346
P. 27
algunas sangrías, sin éxito alguno. Entre los es-
pasmos del delirio, el santo oraba constante- Los paravas recibieron el bautismo
mente. Poco a poco, se fue debilitando. El sába- en grandes multitudes y Javier a
do 3 de diciembre, según escribió Antonio, "vien- veces tenía los brazos tan fatigados
do que estaba moribundo, le puse en la mano un por administrar el bautismo, que
cirio encendido. Poco después, entregó el alma a apenas podía moverlos
su creador y Señor con gran paz y reposo, pro-
nunciando el nombre de Jesús".
Tenía cuarenta y seis años y había pasado on- de y un alma tan noble no pueden contentarse
ce en el oriente. Fue sepultado el domingo por la con los efímeros honores terrenos. Tu ambición
tarde. Al entierro asistieron Antonio, un portu- debe ser la gloria que dura eternamente".
gués y dos esclavos. Anhelando disponer de bar- Fue uno de los siete primeros seguidores de
co que le trasladara a China, Javier había viaja- San Ignacio, fundador de la Compañía de Jesús,
do hasta Sanchón, donde se estableció a la es- consagrándose al servicio de Dios en Montmatre,
pera de poder llegar a China. en 1534. Hicieron voto de absoluta pobreza, y re-
solvieron ir a Tierra Santa para comenzar desde
SE CUMPLIÓ EL EMPEÑO DE IÑIGO allí su obra misionera, poniéndose a la total dis-
posición del Papa. Recibió la ordenación sacer-
Era la esperanza de Ignacio de Loyola, como dotal en Venecia y compartió las vicisitudes de la
canta Pemán en el “Divino impaciente”. En efec- naciente Compañía. Colaboró con Ignacio en la
to, Javier era un hombre de gran corazón, capaz redacción de las Constituciones de la Compañía
de responder a la llamada de Jesucristo e ir a de Jesús. Será amado por Ignacio y él le devolve-
evangelizar hasta los confines de la tierra y con- rá amor. Veámoslo: Estaba en Cochín el 29 de
vertirse en el gigante de la propagación de la fe, enero de 1552. Francisco Javier tenía cuarenta y
a quien el Papa Pío XI nombró patrono de las mi- seis años, acababa de volver de su aventura en
siones "Señor, tú has querido que varias nacio- Japón y está escribiendo al Padre de su alma Ig-
nes llegaran al conocimiento de la verdadera re- nacio de Loyola: "Verdadero Padre mío: una car-
ligión por medio de la predicación de San Fran- ta de vuestra santa caridad recibí en Malaca ago-
cisco Javier", que había nacido en 1506, en el ra cuando venía de Japón; y en saber nuevas de
castillo de Javier en Navarra, cerca de Pamplo- tan deseada salud y vida, Dios sabe cuán conso-
na, España, el que a los dieciocho años fue a es- lada fue mi alma; y entre todas muchas santas
tudiar a la Universidad de París, donde en 1528 palabras y consolaciones de su par te, leí las últi-
obtuvo el grado de licenciado; que residió en el mas que decían: "Todo vuestro sin poderme olvi-
colegio de Santa Bárbara, tuvo como compañe- dar en tiempo alguno. Ignacio"; las cuales así co-
ro de la pensión a Pedro Fabro, que le llevó a co- mo con lágrimas leí, con lágrimas las escribo,
nocer a Ignacio de Loyola, bastante mayor que acordándome del tiempo pasado, del muchos
sus compañeros, cuya influencia rehusó, que le amor que siempre me tuvo y tiene..." Corazón de
repetía la frase del evangelio: "¿De qué le sirve Javier, corazón tierno para la amistad, fiel y deli-
a un hombre ganar el mundo entero, si pierde su cado, sensible, impresionable. Tal el hombre, el
alma?". Este pensamiento le parecía fastidioso y navarro ardoroso a quien las fatigas sin cuento
contrario a sus aspiraciones, pero poco a poco afinaron su afectividad. Hombre pronto al amor,
fue calando e interpelando su orgullo y vanidad. a la ilusión, al entusiasmo, a la gratitud también,
Por fin San Ignacio logró que Francisco hiciera al cariño. Hombre por ello fácil a las depresiones
los "Ejercicios Espirituales", guiado por Ignacio y tristezas. San Francisco Javier fue canonizado
y quedó transformado por la gracia. Comprendió en 1622, junto con Ignacio de Loyola, Teresa de
las palabras que Ignacio: "Un corazón tan gran- Ávila, Felipe Neri e Isidro Labrador. ❏
LA VERDAD • 27