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LECTURAS
LA SAGRADA con toda sabiduría; exhortaos mutua-
mente. Cantad a Dios, dando gracias
de corazón, con salmos, himnos y cán-
FAMILIA ticos inspirados. Y, todo lo que de pa-
labra o de obra realicéis, sea todo en
nombre de Jesús, dando gracias a Dios
― Padre por medio de él. Mujeres, sed
CICLO B sumisas a vuestros maridos, como
conviene en el Señor. Maridos, amad a
vuestras mujeres, y no seáis ásperos
con ellas. Hijos, obedeced a vuestros
Eclesiástico 3, 2-6.12-14 padres en todo, que eso agrada al Se-
El Señor honra más al padre que a los ñor. Padres, no exasperéis a vuestros
hijos y afirma el derecho de la madre hijos, no sea que pierdan el ánimo.
sobre ellos. Quien honra a su padre
expía sus pecados, y quien respeta a Evangelio según San Lucas 2, 22-40
su madre es como quien acumula te- Cuando se cumplieron los días de su
soros. Quien honra a su padre se ale- purificación, según la ley de Moisés, lo
grará de sus hijos y, cuando rece, será llevaron a Jerusalén, para presentarlo
escuchado. Quien respeta a su padre al Señor, de acuerdo con lo escrito en
tendrá larga vida, y quien honra a su la ley del Señor: «Todo varón primo-
madre obedece al Señor. Hijo, cuida génito será consagrado al Señor», y
de tu padre en su vejez y durante su “La
vida no le causes tristeza. Aunque Presentación
pierda el juicio, sé indulgente con él, y de Jesús en el
no lo desprecies aun estando tú en Salmo 127, 1bc-2. 3. 4-5 Templo” de
pleno vigor. Porque la compasión ha- Francisco Rizi.
cia el padre no será olvidada y te ser- /R. Dichosos los que temen al Señor y Museo
virá para reparar tus pecados. siguen sus caminos. Nacional del
Prado.
Colosenses 3, 12-21 Dichoso el que teme al Señor
Hermanos: Como elegidos de Dios, y sigue sus caminos.
santos y amados, revestíos de compa- Comerás del fruto de tu trabajo,
sión entrañable, bondad, humildad, serás dichoso, te irá bien. R/
mansedumbre, paciencia. Sobrelle-
vaos mutuamente y perdonaos, cuan- Tu mujer, como parra fecunda,
do alguno tenga quejas contra otro. El en medio de tu casa;
Señor os ha perdonado: haced vos- tus hijos, como renuevos de olivo,
otros lo mismo. Y por encima de todo alrededor de tu mesa. R/
esto, el amor, que es el vínculo de la
unidad perfecta. Que la paz de Cristo Esta es la bendición del hombre
reine en vuestro corazón: a ella habéis que teme al Señor.
sido convocados en un solo cuerpo. Que el Señor te bendiga desde Sión,
Sed también agradecidos. La Palabra que veas la prosperidad de Jerusalén
de Cristo habite entre vosotros en to- todos los días de tu vida. R/
da su riqueza; enseñaos unos a otros
44 • LA VERDAD