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EDUCACIÓN
LA MOTIVACIÓN
miento).
Y LA CORRECIÓN: miento tanto los alumnos extrovertidos que
En cambio, descendían mucho en su rendi-
eran elogiados (se confiaban y distraían fácil-
LOS INCENTIVOS mente) como los introvertidos censurados
(eran inseguros y faltos de confianza).
― Un verdadero educador no cree en los cas-
tigos, sino en la capacidad que tiene el que los
ANDRÉS JIMÉNEZ ABAD
recibe para reformar su conducta. Son medios
que pretenden rectificar, corregir, y suelen ser
eficaces para evitar conductas, y no tanto para
fomentarlas (el miedo al castigo no anima a ha-
a formación del carácter –y más en cer el bien). Es por amor y mediante el cultivo
particular de la voluntad- es indis- de la virtud como se logran vencer verdadera-
pensable para que el niño o el joven mente los hábitos negativos. San Juan Bosco
alcance el dominio de sí mismo. En aconsejaba a sus colaboradores: “Nunca casti-
este marco conviene reflexionar so- guéis sino después de haber agotado todos los
bre el papel y la importancia de recursos”. Pero los castigos son convenientes
L ciertas ayudas externas como el cuando se saben aplicar bien.
premio y el castigo.
Premios y castigos han de entenderse como Establecimiento de normas
medios convenientes para promover la automo- El castigo presupone la existencia de nor-
tivación, ese impulso que mueve a la persona mas. Éstas ayudan a la voluntad y a los afectos
desde dentro por propia decisión. En principio, a dirigirse a lo que está bien, defienden al bien
es preferible siempre el premio al castigo, pero frente a la pereza, la inconstancia, la superfi-
hay veces en que es preciso corregir. Pero elo- cialidad y la malicia. La norma tiene que facili-
gios y reproches, premios y castigos, no se pue- tar la adquisición del hábito, y ésta la de las ac-
den suministrar de forma indiscriminada, sin titudes, valores humanos y virtudes. No olvide-
tener en cuenta la personalidad de los niños y mos que la naturaleza humana -lastrada por las
los jóvenes. consecuencias del pecado original- tiende a lo
En el ámbito escolar, Hunnicut y Thomson fácil si no se ejercita oportunamente y si no en-
pusieron en relación la aplicación de estos in- cuentra el apoyo de obligaciones que mueven
centivos con la índole temperamental de los al cumplimiento del deber.
alumnos, clasificados en extravertidos e intro- Las normas tienen que ser pocas y claras,
vertidos. han de ser bien explicadas y comprendidas. Las
La conclusión a la que llegaron fue que los hay más esenciales, innegociables, que sostie-
individuos que más progresaban en el aprendi- nen las prioridades del proyecto educativo fa-
zaje eran los alumnos extravertidos a los que se miliar o escolar, y que afectan a todos, incluso
incentivaba con castigos cuando era preciso al educador. Las hay también ocasionales o se-
(eran propensos a relajarse y a obrar a la lige- cundarias, acerca de las que se puede transigir
ra en cuanto se les dejaba de exigir). en función de las circunstancias, si se conside-
En segundo lugar se colocaron los introver- ra conveniente. El incumplimiento deliberado
tidos, a los que se elogiaba cuanto iban hacien- de las normas es el que ha de ser más propia-
do (estaban necesitados de estima y reconoci- mente objeto de castigo o corrección. ❏
40 • LA VERDAD