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SEMANA SANTA









                     ¡HOSANNA!


                     ¡SÁLVANOS,


                              JESÚS!

                                             a uno. Mientras comían, Jesús partió el
                     ¡HOSANNA!               pan de la pureza y la verdad como an-
                                             ticipo de su obediencia hasta la muer-
                                       ―     te, y una muerte de cruz. Y después, el
                                             vino nuevo sellaba la alianza nueva que
                       JESÚS DILLANA, RECTOR DEL
                   SEMINARIO REDEMPTORIS MATER  obtiene el perdón de los pecados. Con-
                                             memoración perpetua del Cuerpo en-
                                             tregado y de la Sangre derramada pa-
                                             ra que la asamblea del linaje de Israel
                 elebrar  la  Pascua  es  siempre  alabe al Señor y le de gloria hasta que  Agenda
                 un acontecimiento gozoso. Ha-  vuelva con su Reino.            litúrgica
           C cerlo en Jerusalén, acerca a la    La cena terminó con los cantos ri-
           plenitud de lo que se celebra. A la libe-  tuales y comenzó la vigilia. Jesús, que  Lunes 3
           ración de Egipto en la herencia prome-  en tantas ocasiones había alentado a  Feria
                                                                                Is 42, 1-7
           tida, para el Israel de todos los tiempos.  los abatidos, sufría en Getsemaní tris-
                                                                                Sal 26
           Y para los cristianos de hoy, a la victo-  teza y angustia mortales. El que nos ha-  Jn 12, 1-11
           ria sobre el pecado y la muerte anhe-  bía enseñado a orar hablando con su
                                                                                Martes 4
           lando la Jerusalén celeste.       Padre y Padre nuestro, en la hora de la  Feria
              Se  acerca  nuestra  Pascua  y,  para  soledad, nos anima para no caer en la  Is 49, 1-6
                                                                                Sal 70
           celebrarla, seguimos a Jesús en su últi-  tentación  mientras  da  su  definitivo  Jn 13, 21-33. 36-38
           ma subida a Jerusalén. La alegría –de  amén a la voluntad del Padre. Estaba
                                                                                Miércoles 5
           cuando nos dijeron “vamos a la casa  escrito y como Hijo obediente, no se re-  Feria
           del Señor”–, tiene una marcada sobrie-  sistió ni se echó atrás.     Is 50, 4-9a
                                                                                Sal 68
           dad para el Nazareno. Sabía que Él se-  Ofreció sus mejillas, primero al be-  Mt 26, 14-25
           ría el Templo que se iba a destruir, el  so de Judas y después a las bofetadas;
                                                                                Jueves 6
           Sacerdote que se iba a entregar y el  sin esconder su rostro ante ultrajes y
                                                                                Jueves Santo
           Cordero que se sacrificaría, en la hora  salivazos, sabiendo que no quedaría de-  Is 61, 1-3a. 6a. 8b-9
           de pasar de este mundo al Padre. Con  fraudado.  Fue  abandonado,  traiciona-  Salmo 88
                                                                                Lc 4, 16-21
           las  aclamaciones  a  su  entrada  en  la  do y vendido por sus amigos, por ti y
           Ciudad  Santa,  comenzaba  la  liturgia  por mí. Condenado falsamente por su  Viernes 7
                                                                                Viernes Santo
           para Él y para nosotros.          pueblo que, en el tribunal y en la calle,  Is 52, 13-53, 12
              El ritual marcaba que había que en-  eligió al lobo en lugar del Cordero. Des-  Sal 30
                                                                                Jn 18, 1-19, 42
           contrar un lugar apropiado para la ce-  preciado, azotado y crucificado por to-
           na y Jesús dio las instrucciones para ha-  dos los hombres. Pero era por nuestros  Sábado 8
                                                                                Sábado Santo de la
           cerlo. Al atardecer, había que sacar a la  pecados  por  los  que  aparecía  como  Sepuntura del
           luz la levadura para celebrar con áci-  maldito. A Cristo, que no conoció peca-  Señor
           mos, y salieron Judas, Pedro y el resto:  do, Dios lo hizo pecado en favor nues-  Rom 6, 3-11
                                                                                Sal 117
           la traición era común a todos, aunque  tro  para  poder  reconciliarnos  con  Él.  Mt 28, 1-10
           la soberbia sólo terminaría derrotando  Sus heridas nos han curado… ❏


           34 • LA VERDAD
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