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perdón de las penas temporales debidos a los los 9 días que preceden a la Fiesta, a partir del
pecados cometidos, pero nunca se trata del per- Viernes Santo. Jesús le dijo a Sor Faustina: Hija
dón de las culpas mismas. Esta gracia particu- Mía, di que esta Fiesta ha brotado de las entra-
lar también es mayor que los seis sacramentos, ñas de Mi misericordia para el consuelo del
excepto el sacramento del santo Bautismo; esto mundo entero.
es así porque el perdón de todas las culpas y pe- El mensaje de Misericordia es que Dios nos
nas es sólo una gracia sacramental reservada al Ama – a todos- no importa cuan grande sean
sacramento del Bautismo. En cambio, en las nuestras faltas. Él quiere que reconozcamos
promesas de Jesús vinculadas con la Fiesta, el que Su Misericordia es más grande que nues-
Señor asoció el perdón de culpas y penas a la tros pecados, para que nos acerquemos a Él con
Santa Comunión recibida el día de la fiesta, es confianza, para que recibamos su Misericordia
decir, al hecho de comulgar en la Fiesta de la y la dejemos derramar sobre otros. De tal ma-
Misericordia; con ello, Jesús elevó la Sagrada nera de que todos participemos de Su Gozo. Es
Comunión recibida en este día al rango de un un mensaje que podemos recordar fácilmente:
segundo bautismo”. Con el fin de prepararse l Pide su Misericordia. Dios quiere que nos
debidamente para la Fiesta de la Misericordia acerquemos a Él por medio de la oración cons-
hay que hacer una novena, rezando la Coronilla tante, arrepentidos de nuestros pecados y pi-
diéndole que derrame Su Misericordia sobre
nosotros y sobre el mundo entero
l Sé misericordioso – Dios quiere que reci-
bamos Su Misericordia y que por medio de nos-
otros se derrame sobre los demás
l Confía completamente en Jesús – Dios nos
deja saber que las gracias de su Misericordia
dependen de nuestra confianza. Mientras más
confiemos en Jesús, más recibiremos.
Palabras del Santo Padre Francisco
La misericordia cambia el mundo, hace al mun-
do menos frío y más justo. El rostro de Dios es
el rostro de la misericordia, que siempre tiene
paciencia. [...] Dios nunca se cansa de perdo-
narnos. El problema es que nosotros nos cansa-
mos de pedirle perdón. ¡No nos cansemos nun-
ca! Él es el padre amoroso que siempre perdo-
na, que tiene misericordia con todos nosotros.
Palabras del Santo Padre Juan Pablo II
Yo le doy gracias a la Divina Providencia porque
he podido contribuir personalmente al cumpli-
miento de la Voluntad de Cristo, a través de la
institución de la Fiesta de la Divina Misericordia.
Yo rezo incesantemente para que Dios tenga mi-
sericordia de nosotros y del mundo entero.
24 • LA VERDAD