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EDUCACIÓN








              EL IGUALITARISMO                        dades y condiciones de los ciudadanos. Ni a to-
                                                      dos se les debe exigir lo mismo ni a todos hay
                                                      que atenderlos de la misma manera. Una rígida
                       ES UNA GRAN                    aplicación de la ley siempre conlleva injusticias
                                                      porque no atiende a la realidad de los casos per-
                                 MENTIRA              sonales concretos.
                                                         Y así, una educación personalizada y equitati-
                                                      va requiere la atención ajustada a las necesidades
                                                ―     y situación de cada alumno y alumna. En lugar de
                                                      obligar al alumno a adecuarse a un modelo edu-
                                  ANDRÉS JIMÉNEZ ABAD
                                                      cativo único, es preciso adaptar la atención edu-
                                                      cativa a la realidad concreta del alumnado con el
                                                      fin de lograr su máximo desarrollo educativo. Y
                                                      esto no es ni discriminación ni segregación inicua.
                    l igualitarismo es una gran mentira. Y  Es la necesaria concreción de la justicia.
                    más  en  educación.  Mientras  que  la  La auténtica igualdad de oportunidades de-
                    igualdad de oportunidades es una loa-  pende de una atención personalizada a las nece-
                    ble  meta  social,  el  igualitarismo  es  sidades y expectativas del alumnado que le per-
                    una  de  sus  deformaciones  más  peli-  mita acceder del modo más adecuado a los obje-
                    grosas.  Es  una  igualdad  impuesta.  tivos generales, pero desarrollando sus posibili-
           E Aristóteles  decía  con  mucha  razón    dades reales y no otras, supuestamente genera-
           que “la peor forma de desigualdad es querer ha-  les, que sin embargo no son las suyas. Y así, acu-
           cer iguales a los que son desiguales” (Ética a Ni-  dir a caminos educativos diferenciados, adecua-
           cómaco, libro V, capítulo III).            dos a las posibilidades reales de los alumnos, les
              La justicia no consiste en tratar igual, o en  hace  posible  desarrollar  capacidades  que  de
           dar/exigir  lo  mismo  a  todos,  sino  en  tratar,  otro  modo  permanecerían  estancadas.  Necesi-
           dar/exigir a cada uno lo suyo, lo que le corres-  dades educativas específicas requieren medidas
           ponde bien por naturaleza y capacidad, bien por  educativas específicas.
           mérito. Por ejemplo -y ya sé que con esto conci-  Imponer un modelo educativo único a todos
           taré  alguna  crítica  airada-,  no  se  debe  tratar  los alumnos, lejos de propiciar la equidad, impi-
           igual a un ser humano y a un gato; y tampoco a  de  una  adecuada  atención  a  las  necesidades
           un ciudadano honrado y a un malhechor.     educativas reales de los alumnos.
              Todos los ciudadanos son (deben ser) iguales  Se crean así situaciones en las que resultan
           ante la ley, pero la ley no es una norma mostren-  perjudicados los alumnos, pero también el pro-
           ca que aplica a todos un ciego y uniforme prome-  fesorado, que se ve desbordado por la heteroge-
           dio matemático -el llamado coloquialmente “café  neidad de capacidades, intereses, rendimientos
           con leche para todos”- sino una ordenación racio-  y actitudes del alumnado, al que ha de atender
           nal que mira hacia el bien común de la sociedad,  en el mismo escenario educativo. Por otra parte,
           es decir hacia el bien de las personas, las cuales  para colmo, las autoridades educativas preten-
           son seres dotados de dignidad, únicos, con histo-  den  garantizar  la  atención  pedagógica  impo-
           rias y biografías irrepetibles. Tal bien exige soli-  niendo a los educadores una selva abrupta de
           daridad, sin duda, pero sin agraviar la dignidad y  exigencias burocráticas, procedimientos y medi-
           singularidad de cada ser humano, sus derechos y  das que, sin ofrecer una adecuada atención per-
           sus necesidades personales.                sonal, incrementan el malestar e incluso el ago-
              Aristóteles hablaba de “equidad” para refe-  tamiento  de  los  docentes  entorpeciendo  aún
           rirse a la justa adaptación de la ley a las necesi-  más su ya difícil labor. ❏


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