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LA IGLESIA EN LA HISTORIA
SAN BENITO, PATRÓN DE
EUROPA (480-547)
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LUIS JAVIER FORTÚN
l monacato nació en el Im- Cuando contaba cerca de veinte
perio de Oriente a partir años, san Benito se sintió insatisfecho
del siglo III, primero en con sus estudios y decidió buscar a
Egipto y Palestina y luego Dios en la vida monástica. Primero se
en el resto de su territorio. retiró a Affile, donde vivía un grupo
Las primeras noticias de vi- de ascetas. Un hecho extraordinario
E da monástica en el Imperio alimentó su fama de santidad y la
de Occidente se remontan a la segun- afluencia de personas, hasta el punto
da mitad del siglo IV, aunque a lo lar- de que consideró necesario apartarse
go del siglo V se comprobó que era di- más del mundo.
fícil la adaptación de las rigurosas re- Se dirigió a Subiaco, una zona
glas orientales. Se vivía una época montañosa y difícilmente accesible,
convulsa, pues desde el 406 los ger- con el deseo de practicar una vida
manos habían penetrado en el Impe- monástica de tipo eremítico en un lu-
rio, que acabó desapareciendo el gar escondido y solitario. Durante
año 476. tres años vivió en una gruta. Vestía
Cuatro años más tarde, en el 480, con pieles y sólo tenía contacto con
Benito nació en Nursia (Italia Cen- Mauro, monje de un monasterio pró-
tral), en una familia acomodada. En ximo que le servía de maestro espiri-
su ciudad natal Benito recibió la for- tual. Las visitas de un sacerdote y
mación básica, impartida por un pri- unos pastores descubrieron su activi-
mer maestro y por un gramático. dad y bastantes personas acudieron a
Cuando probablemente contaba 16 él como guía espiritual. Creó una co-
años fue enviado a Roma, para conti- lonia de ermitaños.
nuar sus estudios en retórica, filosofía Cuando contaba con treinta años,
y derecho. Italia estaba gobernada en torno al 510, los monjes del mo-
San Benito en
por el rey ostrogodo Teodorico (493- nasterio de Vicovaro le eligieron co-
talla de
526), que trataba de asimilar las pau- mo abad, pero el deseo de san Benito
Pascual de
tas culturales del desaparecido Impe- de restablecer la disciplina acabó
rio y proporcionó a su reino tres dé- enemistándole con los monjes, que in- Mena (siglo
cadas de estabilidad. tentaron su muerte. XVIII).
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