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XIII                                     gentes que se negaron a avanzar con su
           La segunda mitad del siglo XX            tiempo
           dio pasos de gigante.                    -una monja ruinosa de Calcuta, unos papas,
           Hubo no obstante algunos reaccionarios,  Escrivá, Solzhenitsyn, Lech Walesa,
           gentes que se negaron a avanzar con su   Jerome Lejeune y otros,
           tiempo                                   sin olvidar los pérez con sus codos gastados
           -una monja ruinosa de Calcuta, unos papas,  en el amargo roce de los lunes y martes
           Escrivá, Solzhenitsyn, Lech Walesa,      y unos pocos millares de silencios postrados
           Jerome Lejeune y otros,                  bajo la lucecita latiente del Sagrario-,
           sin olvidar los pérez con sus codos gastados  gentes insolidarias, no cabe duda,
           en el amargo roce de los lunes y martes  gentes reacias a vivir a cuatro patas
           y unos pocos millares de silencios postrados  y a dar aquellos pasos de gigante
           bajo la lucecita latiente del Sagrario-,  camino de la nada.
           gentes insolidarias, no cabe duda,
           gentes reacias a vivir a cuatro patas    Nadie lo supo, y ellos sostenían
           y a dar aquellos pasos de gigante        la máquina del mundo.
           camino de la nada.                       Luminosos rebeldes, ellos fueron
           Nadie lo supo, y ellos sostenían         el rumbo de la Historia
           la máquina del mundo.                    durante la segunda mitad del siglo XX.
           Luminosos rebeldes, ellos fueron
           el rumbo de la Historia                  XIII
           durante la segunda mitad del siglo XX.   La segunda mitad del siglo XX
                                                    dio pasos de gigante.
           SALMO FINAL                              Hubo no obstante algunos reaccionarios,
           Grandes son Tus hazañas, Señor, fuerte Tu  gentes que se negaron a avanzar con su
           brazo:                                   tiempo
           Tú salvaste a Tu pueblo de la lluvia de napalm,  -una monja ruinosa de Calcuta, unos papas,
           de los tanques del Pacto de Varsovia,    Escrivá, Solzhenitsyn, Lech Walesa,
           de Nixon, de Jomeini, de Fernández Ordóñez.  Jerome Lejeune y otros,
           Señor, Tú nos libraste de los que nos traían  sin olvidar los pérez con sus codos gastados
           la libertad en sus cañones, Tú           en el amargo roce de los lunes y martes
           has sacado a Tu pueblo intacto de las fauces  y unos pocos millares de silencios postrados
           de Kruschev, de la CIA, de Playboy, de Alí  bajo la lucecita latiente del Sagrario-,
           Agca.                                    gentes insolidarias, no cabe duda,
                                                    gentes
           Tu fuerza no la vencen los missiles      reacias a vivir a cuatro patas
           ni L’ Être et le Néant                   y a dar aquellos pasos de gigante
           ni Gaddafi ni la Trilateral.             camino de la nada.
           Tu amor no tiene fin, Señor: Tu pueblo,  Nadie lo supo, y ellos sostenían
           que atravesó el desierto y el Mar Rojo,  la máquina del mundo.
           también logró pasar -mayor prodigio-     Luminosos rebeldes, ellos fueron
           la segunda mitad del siglo XX.           el rumbo de la Historia
                                                    durante la segunda mitad del siglo XX.
           La segunda mitad del siglo XX
           dio pasos de gigante.
           Hubo no obstante algunos reaccionarios,  Miguel D´ors



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