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corporales, sino en un esfuer-  La  Regla  de  san  Benito,
                                      zo por seguir a Cristo, busca-  conocedora  de  la  naturaleza
                                      do mediante la conversión de  humana,  busca  en  todo  mo-
                                      costumbres,  la  abnegación  y  mento  la  moderación  y  el
                                      la humildad. Se fijan también  equilibrio,  compaginando  mi-
                                      las  satisfacciones  que  los  sericordia  y  firmeza  Tiene
                                      monjes deben dar por los in-  además un carácter doctrinal
                                      cumplimientos de sus obliga-  y positivo; no es un elenco de
                                      ciones  y  los  castigos  que  se  prohibiciones,  sino  que  trata
                                      les pueden imponer. La Regla  de definir un camino a seguir
                                      fija también las dependencias  por  el  monje.  Destaca  tam-
                                      que  deben  existir  en  el  mo-  bién  la  simplicidad  en  los
                                      nasterio:  iglesia,  dormitorio,  principios  inmutables  y  la  li-
                                      refectorio,  cocina,  enferme-  bertad  que  permite  para  los
                                      ría,  noviciado,  biblioteca,  ro-  detalles. De ahí su existo y su
                                      pería,  tahona,  huerta,  porte-  perduración. ❏
                                      ría, hospedería, etc.
                                         La tercera parte (capítulos
         y  por  la  “lectio  divina”,  que  67 a 73) son apéndices o aña-  San Benito
         consiste en la lectura de la Sa-  didos posteriores sobre algu-  entrega su
         grada Escritura y la literatura  nos asuntos e insisten en las  Regla a su
         eclesiástica  (especialmente  relaciones fraternas entre los  discípulo
         los Santos Padres) acompaña-  monjes.                      Mauro.
         da  de  la  meditación,  la  ora-
         ción  y  la  contemplación.  El
         trabajo manual era imprescin-
         dible para san Benito, porque
         “la  ociosidad  es  enemiga  del
         alma” y servía para asegurar
         el sustento del monasterio.
            Los  candidatos  a  monje
         debían ser tratados con igual-
         dad, pasaban un año de novi-
         ciado y luego hacían la profe-
         sión, en la que el monje hace
         a Dios tres votos o compromi-
         sos: estabilidad en el monas-
         terio,  obediencia  al  abad  y
         “conversión  de  costumbres”
         (equivalente a vida virtuosa).
         Dentro de la comunidad se re-
         gulan cargos y funciones que
         el abad va asignando tempo-
         ralmente  a  los  monjes.  San
         Benito no defiende una asce-
         sis  basada  en  austeridades


                                                                                     LA VERDAD • 33
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