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LITURGIA
NOSOTROS desde que el famoso teórico pronosticador, ideó-
Llevamos transcurrido casi un tercio de siglo
logo y sociólogo de la universidad de Harvard,
ESPERÁBAMOS Francis Fukuyama, tras la caída del muro de Ber-
lín y el aparente triunfo del capitalismo, pronosti-
case el año 1992, en su famosa obra "El fin de la
―
Historia", que después de aquel sonado fracaso
ALFREDO LÓPEZ VALLEJOS como proyecto social, así como el de otras formas
de totalitarismo que también han ido demostran-
do su fragilidad, sólo un estilo democrático globa-
lizado sería capaz de alcanzar un mundo libre de
a desconsolada expresión que brota de contradicciones, y se podría, al final, conseguir
labios de los dos discípulos que, en el una estabilidad y bienestar capaces de perpe-
mismo día de la resurrección del Señor, tuarse indefinidamente. Nuevas utopías para una
se alejan de Jerusalén, en dirección ha- nueva decepción y renovadas desesperanzas.
cia Emaús, manifiesta toda su profunda ¿Feé posible devolver la esperanza trascen-
tristeza, decepción y desengaño: "Nos- dente a los discípulos de Emaús? ¿Será posible
L otros esperábamos" (Lc.24,21). Expre- hacer recuperar la esperanza en la historia a los
sa un inmenso abatimiento, junto a una carga de hombres desencantados de nuestro tiempo?
desilusión y total desesperanza. "Esperábamos" Fue Santo Tomás Moro (1478-1535), pensa-
significa que ya no estamos dispuestos a dejarnos dor, estadista, teólogo y humanista inglés, que
convencer por más ensueños y fantasías por fasci- desempeñó importantes cargos políticos llegando
nantes que se nos propongan. "Lo de Jesús de Na- a ser canciller del rey Enrique VIII. Acabo sus dí-
zaret, que fue un profeta poderoso en obras y pa- as acusado de alta traición, por negarse a reco-
labras, cómo nuestros magistrados lo condenaron nocer al propio rey como suprema autoridad de la
a muerte y lo crucificaron, llevamos ya tres días Iglesia, en el caso de su pretendido divorcio de su
desde que todo esto sucedió" (20). "El caso es que primera esposa, Catalina de Aragón. Fue este
algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobre- santo quien acuñó por vez primera, en el siglo
saltado porque fueron de madrugada al sepulcro y, XVI, la voz "utopía", en una obra del mismo título,
al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que él vi- en la que imaginó una isla ficticia en la que se lle-
vía, pero a él no lo vieron" (22-24). vaba a cabo el ideal de sociedad perfecta y justa,
Así lo narra el evangelio de san Lucas. Ocurrió en la que todo transcurre en armonía y sin con-
hace ya dos mil años. Algo semejante ha ocurrido flicto. Toda una utopía en el más auténtico senti-
a lo largo de toda la historia y también en nues- do etimológico: "en ningún lugar".
tros tiempos. Después de las últimas guerras Mientras nuestra ensoñada ilusión y nuestra
mundiales, habíamos alcanzado, a finales del pa- esperanza esté circunscrita a ideologías de reali-
sado siglo XX, un período de distensión y prospe- dades materiales propias de nuestra mundanidad
ridad; nos habíamos ilusionado con la idea de que histórica, estaremos destinados a comprobar el
el progreso tecnológico sería la gran panacea so- ocaso progresivo de cada una de ellas. Sin em-
ñada para el mundo. Más aún, nos habíamos lle- bargo, la esperanza prometida y destinada a los
gado a creer que las nuevas ideologías, la robóti- testigos de la Emaús, no era sólo para tres días.
ca y la inteligencia artificial conseguirían la aboli- Habían sido elegidos para ser testigos de una es-
ción del sufrimiento y la consecución de las más peranza trascendente y eterna. Porque la espe-
altas aspiraciones humanas de igualdad, prospe- ranza cristiana es la experiencia del Espíritu y
ridad, libertad y felicidad, que no consiguió en su que ha quedado anticipada y acreditada por la
tiempo la Revolución Francesa. resurrección del Señor. ❏
38 • LA VERDAD