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EDUCACIÓN








              LA FORMACIÓN DE


           LA CONCIENCIA (III)



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                                  ANDRÉS JIMÉNEZ ABAD
                                                      samente) un producto con la satisfacción de una
                                                      necesidad artificial o con una moda, tal producto
                                                      o marca se presenta sin más como si fuera bueno.
                    ara aprender a distinguir el bien del  Pero es preciso tener fortaleza para “decir no” a
                    mal en situaciones concretas y condu-  algo que aunque atrae sensiblemente no es digno
                    cir la propia vida de acuerdo con ello  o realmente necesario. Y sólo quien sabe que ese
                    no es suficiente la teoría. Es preciso  “no” es en realidad un “sí” a un gozo y a un bien
                    también apelar a la experiencia. Veá-  mayores tiene fuerza para no dejarse persuadir.
           P moslo.                                   El criterio se forma y consolida con la práctica.
              Existe una forma de satisfacción y de alegría  No es bueno incentivar comportamientos por
           que es consecuencia de haber obrado bien; por  medio de la codicia, sino incitando a la superación
           ejemplo,  uno  se  siente  útil  tras  haber  ofrecido  de sí mismo y a la generosidad. De ahí la impor-
           ayuda, consejo o tiempo a un amigo; o cuando ha  tancia de una temprana dedicación de niños y jó-
           superado una importante dificultad o ha conclui-  venes a tareas que impliquen superación perso-
           do bien una tarea costosa. Esa alegría brota del  nal, entrega generosa y abnegada, y son fuente de
           interior, “va de dentro afuera”.           satisfacciones personales profundas. En un cora-
              Hay en cambio otras formas de alegría pasa-  zón pleno no hay necesidad de llenar o disimular
           jeras, fruto de la satisfacción de necesidades vita-  carencias y vacíos afectivos.
           les inmediatas, como satisfacer la sed con un re-  Por lo mismo, es conveniente generar hábitos
           fresco, y que, por así decir, “van de fuera aden-  de sobriedad y autodominio, de superación per-
           tro”; pueden ser más excitantes e intensas, pero  sonal y de responsabilidad mediante un ejercicio
           suelen ser menos profundas y valiosas. Propor-  asiduo de pequeños actos de dominio personal, de
           cionan agrado, pero no verdadera elevación hu-  vencimiento propio, negándose a actuar por ca-
           mana.                                      prichos  intrascendentes  o  por  comodidad.  Ac-
              La cuestión aquí es que la diferencia entre am-  tuando por motivos de mayor calado, como la ge-
           bas formas de satisfacción sólo se percibe bien  nerosidad, el amor a la obra bien hecha, el deseo
           cuando  se  experimenta.  Por  eso,  cuando  se  ha  de superar dificultades y resolver problemas, de
           comprobado que el goce inmediato no es tan sa-  hacer la vida más agradable a los demás, etc.
           tisfactorio  como  actuar  generosamente  o  como  Si  una  persona  adquiere  estos  hábitos  será
           superar ciertas dificultades, es más fácil pronun-  más difícil que se comporte de modo caprichoso,
           ciarse en favor de conductas o decisiones valiosas  imprevisible y voluble. Suscitará la confianza de
           aunque sean sensiblemente menos atrayentes. Es  quienes  esperan  con  fundamento  que  ponga  lo
           preciso haber saboreado con alegría el bien au-  mejor de sí misma en lo que se hace. William Ja-
           téntico, para comprobar que otros placeres “no  mes decía que “no se puede esperar de una per-
           saben” tan bien, dejan vacío, no sacian de verdad.   sona que se niegue a hacer algo ilícito si antes no
              La publicidad, por ejemplo, tiende a borrar la  ha sido capaz de negarse a sí mismo cosas líci-
           frontera entre la necesidad auténtica y deseos no  tas”. Decía Aristóteles que a juzgar y obrar bien
           siempre necesarios. Al asociar (a veces engaño-  se aprende obrando bien. ❏


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