Page 33 - Laverdad_4340
P. 33

ve muchos días en el monas-  acuerdo  con  la  renovación
                                      terio  de  Leire,  en  donde  co-  monástica  impulsada  en  el
                                      nocí  excelentes  varones,  te-  imperio  carolingio  por  san
                                      merosos de Dios”. Le agradó  Benito  de  Aniano.  San  Eulo-
                                      mucho también su biblioteca:  gio  lo  elogió  ampliamente:
                                      “Cuando permanecí en el mo-  “Me agradó muchísimo viajar
                                      nasterio de Leire, la curiosi-  al monasterio de san Zacarí-
                                      dad de saber me hizo revisar  as, que ilumina todo Occiden-
                                      todos  los  libros  conservados  te,  regido  a  la  sazón  por  el
                                      allí”.  Y  detalla  que  encontró  abad Odoario; sus monjes, ca-
                                      importantes  obras  clásicas  si  más  de  cien,  brillaban  co-
                                      desconocidas  en  Córdoba  y  mo  estrellas  del  cielo”.  Tam-
                                      que hizo copiar y se llevó en  bién allí encontró obras litúr-
                                      su  viaje  de  vuelta,  como  la  gicas  y  de  derecho  canónico
                                      Eneida  de  Virgilio,  los  Poe-  desconocidas por él. ❏
                                      mas de Juvenal o “La Ciudad
                                      de Dios”, la gran obra de San
                                      Agustín. El códice más extra-
                                      ño que halló fue una vida del
                                                                    Iglesia del
                                      profeta Mahoma, muy crítica   monasterio
                                      con su persona.               de Siresa
                                         El  monasterio  de  Siresa
                                                                    (Foto de Eva
                                      estaba dedicado a san Zacarí-
                                                                    Fontana)
                                      as  y  había  sido  fundado  a
                                      principios  del  siglo  IX,  de






            Dos  sobresalían  entre  to-
         dos  ellos,  Leire  y  Siresa.  El
         monasterio de Leire tenía una
         amplia comunidad de monjes
         y ya en el 842 había recibido
         del rey Íñigo Arista las villas
         de Yesa y Benasa, para garan-
         tizar  la  manutención  de  sus
         monjes, que impresionaron a
         san Eulogio por su vida disci-
         plinada,  como  alude  en  su
         carta a Wilesindo: “Me detu-


                                                                                     LA VERDAD • 33
   28   29   30   31   32   33   34   35   36   37   38