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FAMILIA









                      EN MEMORIA


                DE D. SANTIAGO                     las. Luego en la Universidad de Navarra, un ca-


                                                   tedrático  experto  en  el  Siglo  de  Oro  Español
                            ARELLANO               me introdujo en el mundo de los grandes escri-
                                                   tores españoles de aquella época. Finalmente,
                        HERNÁNDEZ                  D. Santiago alimentó este gusto de profundizar
                                                   en las obras inolvidables de la literatura espa-
                                                   ñola. A través de sus escritos, nos recordaba
                                             ―     constantemente que estudiar las obras de lite-

                                    ROBERT KIMBALL  ratura universal supone ir mucho más allá que
                                                   adquirir  conocimientos  o  erudición,  sino  que
                                                   constituye un auténtico ventanal desde el que
                                                   contemplar la vida, “porque la ficción es para
                                                   enseñar a vivir”.
                      os ha producido mucha tristeza  Pero,  sobre  todo,  nos  transmitió  su  gran
                      la muerte de D. Santiago Are-  amor por el saber. Un saber que nos permite
                      llano  Hernández,  que  ha  sido  conocer  los  aspectos  más  importantes  de  la
                      un colega muy apreciado en La  condición  humana  y  los  grandes  ideales  que
                      Verdad por su personalidad tan  han guiado a la humanidad a lo largo de los si-
                      entrañable  y  por  sus  explica-  glos. Además. D. Santiago recalcó los mensajes
        N ciones eruditas sobre la litera-         y lecciones que nos aportan las obras maestras
        tura española que tanto han gustado a los lec-  de la literatura universal y que nos pueden ser-
        tores asiduos de nuestro semanario diocesano  vir de orientación para llevar una vida confor-
        como yo. He conocido a tres grandes maestros  me a los valores y la fe cristianos. En una so-
        y amantes de las letras españolas. El primero  ciedad en la que tantos jóvenes se dejan arras-
        fue en Buenos Aíres, en la Universidad del Sal-  trar por los mensajes falsos y manipuladores de
        vador, donde un excelente profesor me conta-  los  “influencers”  y  de  las  redes  sociales,  los
        gió su amor por la lengua y literatura españo-  grandes escritores nos abren una ventana por
                                                   la que podemos contemplar las respuestas con
                                                   las que la humanidad  ha afrontado las grandes
                                                   cuestiones de su época.
                                                      Los padres cristianos haríamos muy bien en
                                                   seguir cultivando en nuestros hijos el deseo de
                                                   profundizar en el conocimiento de las grandes
                                                   obras de la literatura universal. A través de es-
                                                   tos artículos, hemos insistido en la necesidad de
                                                   que las futuras generaciones aprendan a pensar
                                                   por si mismos. El estudio de la literatura consti-
                                                   tuye un instrumento muy útil para desarrollar
                                                   su propia forma de pensar y llegar a sus propias
                                                   convicciones personales. Es el mejor homenaje
                                                   que podamos hacer a D. Santiago por su larga y
                                                   fructífera trayectoria educativa. ❏


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