Page 38 - Laverdad_4348
P. 38
LITURGIA
LOS DOS
HERMANOS DE LA
PARÁBOLA
―
ALFREDO LÓPEZ VALLEJOS
nte esta parábola del evangelio
de san Mateo (21,28-32) caben
diversas reflexiones. ¿Por qué
las relaciones de ambos herma-
nos aparecen tan desabridas y ra manifestar su escasa confianza en nos-
desconsideradas? ¿Por qué no otros, ni transmitirnos una visión negativa de
A surge en la parábola la figura los destinatarios que le escuchaban. Es cierto
afectuosa, cordial, o simplemente normal de que solo aparecen dos tipos de hijos, el des-
un tercer hijo más considerado, que ante la considerado y el falsario, pero lo cierto es que
solicitud paterna de ir a trabajar a la viña, hu- en los evangelios no falta la figura del hijo
biera respondido: “Sí, padre querido, lo que tú perfecto, ese "tercer hijo" modélico que echa-
desees, no faltaba más”, y efectivamente hu- mos de menos y con el que pretenderíamos
biera acudido presuroso a cumplimentar el identificarnos. Se trata de sí mismo, del pro-
encargo? pio Cristo Jesús, “el Hijo amado” (Is.42,1-4;
¿Quizá porque Dios nos conoce demasiado Mt.3,17; 17,5; Jn.1,32-34). El propio san Pablo
bien y no siempre confía en nosotros como ca- nos exhorta: “tened entre vosotros los mismos
bría esperar?, o ¿será más bien porque el Se- sentimientos de Cristo...” (Fil.2,5-8).
ñor, conociendo nuestras contradicciones, en En definitiva, una parábola que nos mues-
la realidad de nuestro seguimiento, quiso po- tra el camino de la coherencia, aunque a ve-
ner de manifiesto el valor definitivo del arre- ces desmintamos con nuestras obras nuestra
pentimiento como lo más normal y positivo en fascinación por las enseñanzas del Señor.
nuestras vidas? “Cuando el malvado se convierte de su peca-
Lo cierto es que la parábola deja una sen- do y practica la justicia y el derecho, él mismo
sación decepcionante ante la actitud de am- se salva; si recapacita y se convierte, cierta-
bos hijos. Lo importante es que el primero, mente vivirá2 (Ez.18,26-28). “Señor, enséña-
después de negarse y desairar a su padre, "re- me tus caminos, instrúyeme en tus sendas,
capacitó y fue", mientras que el segundo no haz que camine con lealtad y coherencia, en-
perdió la oportunidad de limitarse a quedar séñame, porque tü eres mi Dios y Salvador.
bien, simular lo mejor de sí mismo, con cum- Recuerda, Señor, que tu ternura y tu miseri-
plidos meramente formales. cordia son eternas; no te acuerdes de mis pe-
Pensándolo bien no parece que la ense- cados ni de las maldades de mi juventud” (Sal.
ñanza del Señor con esta parábola pretendie- 24,4-6). ❏
38 • LA VERDAD