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EDUCACIÓN
MOTIVAR
INCENTIVANDO AL
EDUCAR: LOS
El estímulo es siempre más eficaz que la re-
PREMIOS primenda. A veces ésta será inevitable, pero el in-
centivo será más eficaz si el hijo ve que se le re-
― conoce la obra bien realizada y el esfuerzo, aun-
ANDRÉS JIMÉNEZ ABAD que éste no haya sido coronado por el éxito. Un
elogio correcto, justo, oportuno, estimula y educa
para el bien.
Algunas pautas:
remios y recompensas constituyen Hay que dar el premio prometido siempre que
un medio para conseguir una con- el niño lo gane, evitando el extremo de no premiar
ducta deseada, pero no es fácil em- nunca o de premiar en exceso y por cualquier co-
plearlos bien. Han de ser incentivos sa. Si en el hogar no se le dan compensaciones al
que conduzcan poco a poco a la mo- niño en su obrar, tenderá a buscarlas fuera. Pero
tivación intrínseca de los niños y los el mejor premio es el afectivo, la alabanza, el elo-
P jóvenes, esa que mueve desde den- gio y el aprecio, la estima sincera.
tro, la actitud de quien obra buscando el bien que El premio es más eficaz si se recibe de inme-
corresponde a lo que se hace, por sí mismo y no diato. Si una madre alaba a su hijo por haber or-
por la recompensa que le siga. denado su habitación al poco tiempo de haberlo
Los incentivos vienen bien cuando falta esta hecho, conseguirá que éste la deje recogida con
motivación intrínseca y madura. Pero lo suyo es ir más frecuencia que si lo hace al día siguiente o
desapareciendo para dar paso a su tiempo al cri- sólo de vez en cuando. Aprender a aplazar las re-
terio personal y a la determinación de la voluntad compensas con dificultad es un síntoma de ma-
propia. Por eso no hay que abusar de la recom- durez, pero en los niños lo más corriente es que
pensa recurriendo a ella con demasiada frecuen- necesiten recibir recompensas de modo más in-
cia. No se puede dar un premio por cualquier co- mediato.
sa. El mejor premio es el que se obtiene al expe- En este sentido, también es conveniente divi-
rimentar la satisfacción del deber cumplido. dir la tarea propuesta en fases, premiando y re-
La recompensa pedagógica puede revestir forzando cada una de ellas con gestos adecuados.
muchas formas: una mirada de aprobación, un En este caso no hay que olvidar que en educación
gesto cariñoso, una palabra, la concesión de un “el éxito llama al éxito”, y así, una meta alcanza-
permiso deseado, un regalo, etc. En general, di- da y recompensada impulsa a acometer otra un
remos que el más apropiado es siempre el elogio. poco más difícil, y así sucesivamente.
Pero no hay que excederse en los premios y ala- Las recompensas son más importantes y ne-
banzas, pues perderían eficacia y se correría el cesarias cuando el niño está aprendiendo a hacer
peligro de hacer al niño egoísta y calculador, acos- algo por vez primera. Hay que reforzar sobre to-
tumbrándole a obrar bien sólo con miras a la re- do en los comienzos, mientras el hábito se va con-
compensa. Esta no sería ya un aliciente adicional solidando. Una vez consolidado, el refuerzo se
sino el fin de la conducta, y esto no sería bueno. puede llevar a cabo más espaciadamente. ❏
40 • LA VERDAD