Page 40 - Laverdad_4319
P. 40

EDUCACIÓN








                  “PERO, ¿NO VES                      so el joven interlocutor.
                                                         - Ah. Pero esto... ¿entra en el examen?, repu-

                                                         - Pues sí. Es que lo que no se valúa, se deva-
           QUE NO QUEREMOS                            lúa. El buen mozo, entonces, se incorporó rauda-


                           PENSAR?”...                mente en su silla y, de modo un tanto maquinal,
                                                      todo hay que decirlo, tomó el bolígrafo como pa-
                                                      ra tomar notas, cosa que no había hecho hasta el
                                                ―     momento.
                                                         Pensar, reflexionar, cuesta, no vamos a ne-
                                  ANDRÉS JIMÉNEZ ABAD
                                                      garlo. Pero si pretendemos educar no podemos
                                                      renunciar a enseñar a pensar con rigor. De nin-
                                                      gún modo basta con “sentir” o “reaccionar” an-
                                                      te los estímulos que llegan del exterior, depen-
                                                      der de los propios estados de ánimo o de ins-
                     uando un educador, tanto si se tra-  tancias  controladoras  que  actúan  sobre  nos-
                     ta de los padres como de los maes-  otros, como ocurre, por ejemplo, con la publici-
                     tros, se propone enseñar a pensar  dad o con muchas series y películas.
                     a un niño o a un joven, tiene que   Se trata precisamente de enseñar a niños y
                     asumir que, por desgracia, pensar  jóvenes a pensar por sí mismos, con suficiente
                     no está de moda. Para muchos es  rigor, con criterios consistentes. Si uno no pien-
           C preferible seguir a la mayoría, tra-     sa, no decide y no actúa por uno mismo, acaba
           garse eslóganes sin ningún espíritu crítico o,  ocurriendo que serán otros lo que piensen, de-
           simplemente, inclinarse por lo que más apete-  cidan y actúen en lugar de uno. Pero pensar -in-
           ce.                                        sistimos- es mucho más que sentir u opinar. Re-
              Hace algunos años, durante una sesión de  quiere rigor, método y esfuerzo por dar con la
           clase en 4º de ESO, desarrollando la asignatura  verdad y atenerse a ella.
           de Ética, intentaba despertar el interés de mis  Si sabemos lo que las cosas son, cuáles son
           alumnos planteándoles algunas preguntas acer-  sus causas y sus consecuencias, podremos ate-
           ca del sentido de la vida. Recuerdo que intenta-  nernos  a  ellas.  No  es  lo  mismo,  por  ejemplo,
           ba hacerlo de manera un tanto apasionada. En  que un alimento esté intoxicado o que sea per-
           esto, uno de los chicos levantó la mano desde el  fectamente sano, que tal persona en la que con-
           fondo del aula, de manera un tanto indolente:   fío me sea leal o no. De lo que sabemos depen-
              - No te esfuerces... ¿no ves que no quere-  de nuestro modo de vivir en todos los órdenes,
           mos pensar?                                no sólo en el teórico, porque la verdad es tam-
              Reconozco que me bloqueé un poco. Afortu-  bién fuente de sentido y de orientación para la
           nadamente, otra voz, de una de sus compañe-  vida.
           ras, vino en mi ayuda:                        A pesar del relativismo y de la superficiali-
              - Oye. Habla por ti.                    dad que a menudo nos rodean, todos aspiramos
              La  cosa  se  ponía  interesante…  agradecí  la  a conocer la verdad, aunque no siempre la al-
           valiente réplica, pero decidí cortar por lo sano:  cancemos, estemos dispuestos a aceptarla y se-
              - Pues lo siento, pero pensar no es opcional.  guirla, o sea costoso buscarla con el tesón sufi-
           Si se renuncia a pensar, se renuncia a ser libre.  ciente. No podemos vivir sin la verdad. Y así lo
           Ahora bien, conviene hacerlo correctamente, y  confirma  el  hecho  de  que,  como  decía  San
           eso no se improvisa. Además, esto luego reper-  Agustín,  “a  veces  nos  gusta  engañar,  pero  a
           cute en el examen...                       ninguno nos gusta ser engañados”. ❏


           40 • LA VERDAD
   35   36   37   38   39   40   41   42   43   44   45