Page 30 - Laverdad_4328
P. 30
ORACIÓN
NUESTRO DIOS Los antes bienhadados
y los agora tristes y afligidos,
¡a tus pechos criados,
NO SE OLVIDA DE de Ti desposeídos,
¿a dó convertirán ya sus sentidos?
NOSOTROS ¿Qué mirarán los ojos
que vieron de tu rostro la hermosura,
― que no les sea enojos?
Quien oyó tu dulzura
TEXTO: SANTIAGO ARELLANO ¿qué no tendrá por sordo y desventura?
ILUSTRACIÓN: MENCHU LARRÁYOZ
Aqueste mar turbado
¿quién le pondrá ya freno? ¿Quién concierto
al viento fiero, airado?
Estando tú encubierto,
¿qué norte guiará la nave al puerto?
uerida Menchu: Mar proceloso
es el que atraviesa la sociedad ¡Ay!, nube envidiosa
de nuestro mundo. Mundo agita- aun deste breve gozo, ¿qué te aquejas?
do y convulso pero que da la im- ¿Dó vuelas presurosa?
presión de huir hacia adelante, ¡Cuán rica tú te alejas!
aunque no tengamos la certeza ¡Cuán pobres y cuán ciegos, ay, nos dejas!
Q de que la humanidad camina de-
rechita hacia el abismo. Contemplo tu dibujo en La ausencia de Cristo solo nos dejará pobres y
vísperas de la fiesta de la Ascensión y me repi- ciegos. A aqueste mar turbado ¿quién le podrá
quetea la cabeza la conocida oda a la Ascensión ya freno? ¿Quién concierto al viento fiero airado?
de Fray Luis de León. Os confieso que siempre Tú Menchu nos das la respuesta incontestable.
me costó aceptar el tono de lamento que recorre Porque es cierto que nosotros podemos dar la es-
la obra. No podía entender que la subida al cielo palda a Dios, vivir como si el ser humano tuviera
de Cristo para preparar nuestras moradas, le lle- en sus atribuciones ser la medida de todas las co-
nara a Fray Luis de presentimientos adversos sas. Pero nuestro Dios no se olvida de nosotros.
hasta poner en duda su condición de Buen Pas- Con qué ternura presentas a Cristo salir al en-
tor por dejar abandonadas sus ovejas mientras él cuentro de la niña y con qué alborozo se entrega
se va al inmortal seguro. en busca de un cariño que el mundo no ha sabi-
Leída con mirada profética del curso que iba a do darle. Cuando el ser humano se olvida de
seguir la cristiandad, sus versos se acomodan a Dios, pierde su dignidad y su grandeza de ánimo.
nuestra crisis religiosa como si fueran escritas Insiste en este. Lo necesitamos más que nunca.
para hoy. Recordemos la oda: A mí por mi sensibilidad me urge acudir al Señor
y exclamar con Fray Luis:
¿Y dejas, Pastor santo,
tu grey en este valle hondo, escuro, ¿Qué mirarán los ojos
con soledad y llanto, que vieron de tu rostro la hermosura,
y tú, rompiendo el puro que no les sea enojos?
aire, te vas al inmortal seguro? Quien oyó tu dulzura
¿qué no tendrá por sordo y desventura?
30 • LA VERDAD