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LITURGIA
SE HA CUMPLIDO sentaba ninguna novedad, ya que esa llamada a
rectificar las actitudes ante Dios del pueblo de Is-
rael habían sido constantes en la predicación de
EL PLAZO. ESTÁ todos los profetas (Ez.18,21; 2 Sam.12) a lo largo
de la historia de salvación y muy especialmente
CERCA EL REINO DE en los últimos tiempos por parte de Juan el Bau-
tista (Lc.3,3; Jn.1,23). Apelaciones que a veces te-
nían resonancias de amenaza, como en el caso
DIOS: CONVERTÍOS del Bautista (Lc.3,7-9) y más todavía en el Anti-
guo Testamento, en el profeta Jonás en su predi-
cación ante la ciudad de Nínive (3,1-5).
― La apelación de Jesús y la motivación de su
ALFREDO LÓPEZ VALLEJOS llamada a la conversión resultan mucho más
positivas y convincentes, se fundamentan en el
anuncio de una “buena noticia”, un “evangelio”
ese es el significado preciso de la palabra grie-
ga) de salvación. El anuncio del profeta Jonás
res importantes afirmaciones de Je- en el siglo VIII a.C. no representaba ninguna
sús al comienzo mismo de su vida pú- buena noticia: “Nínive será arrasada”, y sin
blica (Mc.1,15; Mt.4,17; Lc.21.31), embargo consiguió la conversión de aquella
que constituyen como un resumen de gran ciudad ((Jon.3,1-5.16). Cuanto más el esti-
toda su predicación y de su mensaje mulante anuncio de Cristo Jesús. La afirmación
T de salvación. de la llegada de la plenitud de la revelación de
En primer lugar resulta importante destacar Dios, el anuncio de la llegada del Reino de los
el apremio de la invitación que Jesús propone: cielos, la invitación a adherirse a esta buena
“Se ha cumplido el plazo”, que no se refiere a una noticia. No resulta extraña la afirmación del
inminencia determinada, sino más bien a la con- evangelista, que los primeros convocados a su
vincente proclamación de la llegada de la pleni- seguimiento, lo dejaran todo, “a su padre Ze-
tud de los tiempos (Gal.4,4) que se cumple con su bedeo en la barca y se marcharon con él”
predicación y con la llegada de los tiempos me- (Mc.1,14-20), o de Leví, el publicano, que des-
siánicos para dar cumplimiento a la larga espera pués será el apóstol y evangelista Mateo: “le di-
de toda la historia de la salvación (1 Cor,10,11; jo: Siguené, y dejándolo todo se levantó y le si-
Ef.1,3-10; 1 Pe.1,20). Convicción que se explicita guió” (Mt.9,9; Mc.2,13-14;Lc.5,27-28). ❏
todavía más con el anuncio de la cercanía del Rei-
no de Dios (Mt.4,18; 13,17.24.31; Lc.4,43), como
tema central del su ministerio. Así aparece más
de cien veces en los cuatro Evangelios. “Reino de
Dios que no es comida o bebida” ni debe identifi-
carse con realidades o intereses materiales, “si-
no justicia, paz y gozo del Espíritu” (Rom. 14,17).
Una realidad tan cercana y profunda como que
nace dentro de nosotros (Lc.17,20-21).
En segundo lugar, en esta síntesis del evan-
gelio que Jesús presenta al comienzo de su vida
pública no puede dejar de hacerse presente su
llamada a la conversión. Apelación que no repre-
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