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EDUCACIÓN
EDUCAR EN LA
“educativo”- tiene que ver con la desgana, la in-
FORTALEZA PARA capacidad para asumir un horario regular de
trabajo, para revisar los propios métodos de es-
SER LIBRES tudio, para terminar con esmero y puntualidad
las tareas emprendidas, para encajar el contra-
tiempo inesperado, para colaborar con otras
― personas, para proponerse metas de excelencia.
Todo esto tiene que ver con la voluntad y en de-
ANDRÉS JIMÉNEZ ABAD
finitiva responde a problemas de inconstancia,
de falta de resiliencia y de fortaleza moral.
Por eso es preciso formar en el niño y en el
adolescente la capacidad de acometer retos y de
o es más libre quien sólo actúa culminar lo que se emprende, de no venirse aba-
cuando “tiene ganas”, sino el que jo si se aplaza la recompensa, de asumir víncu-
consigue superar sus limitacio- los que puedan comprometer a largo plazo, de
nes. La libertad en su sentido superarse a sí mismo, de actuar con honestidad
más profundo consiste en dispo- y espíritu de servicio.
ner de sí mismo para el bien. Así Todo ello implica un voluntario esfuerzo por
N entendida, no constituye tan sólo superar las propias limitaciones y por orientar la
una meta, sino también un camino, por lo demás propia vida hacia un horizonte de plenitud. Re-
no siempre fácil. No se trata sólo de querer, sino sulta fundamental en la formación de una perso-
de saber querer, de perseverar, de llegar a ser nalidad rica en valores humanos, pero no es fá-
dueño de uno mismo y de optar por el bien. cil, y el educador ha de saber manejar de mane-
La libertad no se corresponde con la espon- ra adecuada la motivación, la paciencia y los in-
taneidad del capricho o de la arbitrariedad, o centivos que ayuden a los hijos y a los alumnos
con la improvisación. Hacer lo que apetece por a iniciar y mantener su esfuerzo en esta ardua
sistema es en realidad quedar a merced de estí- tarea educativa.
mulos sobre cuyo origen no se ejerce dominio al- Por desgracia, en algunos ámbitos escolares
guno. El comportamiento en esos casos resulta existe la tendencia a entender que el educando
evidentemente empobrecido, lastrado por el ha de aprender sin esfuerzo alguno. Se pretende
conformismo, la falta de iniciativa y de creativi- acercar así la actividad escolar a las apetencias
dad o el borreguismo consumista. La soltura del más espontáneas de los alumnos, excluyendo
atleta que consigue sacar el máximo partido de (con estrategias que pretenden ser “no directi-
sus posibilidades físicas y psicológicas es fruto vas”) lo que se aparta de las mismas, con lo cual,
de un laborioso entrenamiento, de una tenaz as- se consigue divertirlos, pero difícilmente se con-
cesis que ha hecho posible para él lo que para sigue que aprendan; y al final... acaban también
otros resulta inalcanzable. Es la suya una liber- aburriéndose.
tad conquistada y valiosa. No podemos eludir la necesidad de fortalecer
Lo “natural” para el ser humano es que sus la voluntad de nuestros hijos y alumnos si bus-
decisiones y elecciones sean fruto de su refle- camos ayudarles en el desarrollo de su persona-
xión, que asuma con responsabilidad unos actos lidad y su carácter. Esto nos llevará a reflexionar,
de los que efectivamente es dueño, que aporte entre otras cosas, sobre la conveniencia y opor-
novedades y acciones valiosas. En muchos casos tunidad de los premios y la necesidad de
el llamado “fracaso escolar” –mejor sería decir corregir. ❏
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