Page 38 - Laverdad_4345
P. 38
LITURGIA
EL OBISPO
DE ROMA
―
ALFREDO LÓPEZ VALLEJOS sidad, en cumplimiento del papel del Obispo de
Roma al servicio de la comunión eclesial" (24).
"Entre todas las Iglesias y Comunidades ecle-
siales, la Iglesia católica es consciente de haber
iertamente todos sabemos perfec- conservado el ministerio del sucesor del apóstol
tamente quién es el Papa, y lo que Pedro, el Obispo de Roma, que Dios ha consti-
representa su Santidad como vica- tuido como principio y fundamento perpetuo y vi-
rio de Cristo, sucesor de san Pedro, sible de unidad" (88). "Sin embargo, es significa-
Sumo pontífice de la Iglesia univer- tivo que la cuestión del primado del obispo de
sal, primado de Italia, obispo me- Roma haya llegado a ser actualmente objeto de
C tropolitano de la provincia de Ro- estudio en perspectiva ecuménica" (89). "Me con-
ma, soberano del Estado de la Ciudad del Vatica- sidero llamado, como Obispo de Roma, a ejercer
no, Siervo de los siervos de Dios. Sin embargo, lo este ministerio. Que el Espíritu Santo nos dé su
de Papa, no deja de ser sino un título honorífico luz e ilumine a todos los Pastores y teólogos de
(acróstico de "Petri Apostoli Potestatem Acci- nuestras iglesias para que busquemos, por su-
piens", "el que sucede al apóstol Pedro"). Título puesto juntos, las formas con las que este minis-
que además comparte con otros patriarcas, como terio pueda realizar un servicio de fe y de amor re-
es el caso de la Iglesia ortodoxa de Etiopía, el pa- conocido por unos y otros" (96).
pa copto Teodoro II, según se atribuyó también "Tarea ingente que no podemos rechazar y
desde el siglo III, a los obispos del Asia Menor. que no puedo llevar a término solo. La comunión
Mientras que su función y representación privile- real, aunque imperfecta, que existe entre todos
giada es la que le corresponde como Obispo de nosotros, ¿no podría llevar a los responsables
Roma. eclesiales y a sus teólogos a establecer conmigo y
Fue precisamente el papa Juan Pablo II, en su sobre esta cuestión un diálogo fraterno y pacien-
célebre encíclica sobre el empeño ecuménico en te, en que podamos escucharnos más allá de es-
la Iglesia, de 25 de mayo de 1995, la "Ut unum tériles polémicas" (96). "La Iglesia católica sostie-
sint", quien reconoce que "Con el Concilio Vatica- ne que la comunión de las Iglesias particulares
no II la Iglesia católica se ha comprometido "de con la Iglesia de Roma, y de sus obispos con el
modo irreversible" a recorrer el camino de la ac- Obispo de Roma, es un requisito esencial -en el
ción ecuménica, poniéndose a la escucha del Es- designio de Dios -para la comunión plena y visi-
píritu del Señor y que el diálogo interconfesional ble" (97). "Cuando afirmo que para mí, Obispo de
a nivel teológico ha dado frutos positivos y palpa- Roma, la obra ecuménica es "una de las priorida-
bles". des pastorales de mi pontificado, pienso en el gra-
Por ello, nada menos que en 25 ocasiones, a lo ve obstáculo que la división constituye para el
largo de la encíclica, reivindica expresamente anuncio del Evangelio" (99).
"que su misión, como Obispo de Roma trata par- No debería, tampoco a nosotros, parecernos
ticularmente de recordar la exigencia de la plena una infravaloración, mencionar al Papa, más que
comunión de los discípulos de Cristo" (4). "El Con- por su título honorífico, por su más antigua
cilio hizo del peregrinar del Papa una clara nece- función como Obispo de Roma. ❏
38 • LA VERDAD