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EDUCACIÓN

EDUCACIÓN Y ya presencia da lugar a la alegría y la autoesti-
ma; presentan menos intensidad pero más du-
ración que los anteriores. (Compañerismo, se-
ESCALA DE VALORES guridad, empatía, prestigio, diversión, etc.) Es-
tos dos tipos de valor (los vitales y los afectivos)
son los llamados “valores de situación”.
― • Y por encima de todos ellos, vinculados a
ANDRÉS JIMÉNEZ ABAD la necesidad de sentido, se hallan los valores
trascendentes o “valores de sentido”, que miran
más allá de uno mismo, y se hallan vinculados a
la necesidad de autodonación de la persona (no
son poseídos; se entrega uno a ellos); son la cla-
a personalización que da sentido a la ve de una vida lograda. Es importante advertir
tarea de educar tiene lugar mediante que el sentido es trascendente o si no, no hay
el encuentro con los valores de senti- sentido, y que el estado consiguiente a la satis-
do y con su cultivo. Ahora bien, el ser facción de la humana necesidad de sentido es
humano, aunque presenta diferentes precisamente lo que llamamos felicidad.
dimensiones, es radicalmente un ser De acuerdo con esta jerarquía, los valores de
L unitario y, como tal, exige orden, com- situación no deben suplantar nunca a los valores
plementariedad, articulación y orientación co- de sentido. El vacío existencial o el desafecto de
herente en su obrar, porque el obrar sigue al una persona no pueden ser satisfechos nunca por
ser, es su expresión; y por ello el modo de obrar una oferta de bienes económicos por muy abun-
ha de estar en consonancia con el modo de ser. dantes que éstos sean. El estado de satisfacción
Recuperemos algunas reflexiones anterio- tiene lugar solamente cuando se produce la ade-
res. Hemos señalado ya que en la persona hu- cuación entre la tendencia y el bien que le co-
mana se aprecian tres dimensiones principales, rresponde. “Ni se pueden satisfacer las necesi-
constitutivas de su naturaleza y jerarquizadas dades primarias biológicas con bienes intelectua-
de acuerdo con ella, y que son el fundamento de les, estéticos o espirituales, por muy sublimes
una escala de valores centrada en la persona, que sean, ni se pueden satisfacer las necesidades
tomada esta en su integridad: biológica, psico- afectivas o las trascendentes con bienes de con-
social y trascendente. El crecimiento personal, sumo” (Abilio de Gregorio).
la personalización, consiste propiamente en el La unidad de la vida personal reclama un
ordenado cultivo de estas dimensiones. desarrollo integral hacia la plenitud. Por eso, la
• Las necesidades y tendencias de tipo bio- satisfacción de las tendencias o necesidades
lógico miran a la supervivencia del individuo, transitivas requiere una satisfacción suficiente
los bienes que las satisfacen son los valores vi- de las necesidades inferiores, pero una vez al-
tales, cuya adquisición y disfrute da lugar al pla- canzado el sentido puede llegar a renunciarse
cer, que es más bien inmediato, relativamente en gran parte a las satisfacciones materiales e
intenso y de corta duración. (Incluye los valores incluso emocionales. (Por ejemplo, por el bien
“económicos”, los relativos al alimento y la sa- de la persona amada o porque lo exige mi leal-
lud, el bienestar, el cobijo…) tad a un noble ideal o a Dios, puedo renunciar a
• Las necesidades psicoafectivas son relati- bienes materiales, ventajas laborales, etc.) Es la
vas a la estima y la pertenencia, a la necesidad madurez de la entrega, del sacrificio, el “amor
de autoafirmación y seguridad; los bienes que ordenado” (ordo amoris) en el que San Agustín
las satisfacen son los valores socioafectivos, cu- hacía consistir la virtud. ❏

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