Page 30 - Laverdad_4309
P. 30

EN PORTADA









                         TESTAMENTO


                      ESPIRITUAL DE



                    BENEDICTO XVI








                   a Santa Sede ha compartido tras la
                   muerte del papa emérito Benedicto
                   XVI su testamento espiritual, en el
                   que, entre otras cosas, pide perdón
                   a aquellos a los que haya podido ha-
                   cer daño a lo largo de su vida. Igual-
           L mente,  insta  a  la  Iglesia  a  mante-
           nerse firme en la fe ante las diferentes pro-
           puestas filosóficas y científicas que pretenden
           contrarrestarla y pide que se rece por él para
           que el Señor lo reciba en su morada eterna. A
           continuación  ofrecemos  integramente  la  tra-
           duccion del testamento.
              Si en esta hora tardía de mi vida miro hacia
           atrás, hacia las décadas que he vivido, veo en
           primer lugar cuántas razones tengo para dar
           gracias. Ante todo, doy gracias a Dios mismo,
           dador de todo bien, que me ha dado la vida y
           me ha guiado en diversos momentos de confu-
           sión; siempre me ha levantado cuando empeza-
           ba a resbalar y siempre me ha devuelto la luz  pre se ha mantenido firme en medio de todos
           de su semblante. En retrospectiva, veo y com-  mis logros científicos; la profunda devoción y la
           prendo que incluso los tramos oscuros y agota-  gran bondad de mi madre son un legado que
           dores de este camino fueron para mi
           salvación y que fue en ellos donde Él
           me guió bien.                     Recen por mí, para que el Señor, a
              Doy las gracias a mis padres, que  pesar de todos mis pecados y defectos,
           me dieron la vida en una época difí-
           cil y que, a costa de grandes sacrifi-  me reciba en la morada eterna.
           cios,  con  su  amor  prepararon  para
           mí  un  magnífico  hogar  que,  como
           una luz clara, ilumina todos mis días hasta el  nunca podré agradecerle lo suficiente. Mi her-
           día de hoy. La clara fe de mi padre nos enseñó  mana me ha asistido durante décadas desinte-
           a nosotros los hijos a creer, y como señal siem-  resadamente y con afectuoso cuidado; mi her-


           30 • LA VERDAD
   25   26   27   28   29   30   31   32   33   34   35