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EDUCACIÓN








                       IMPORTANCIA                    prioritario a las condiciones y recursos necesarios
                                                      para llevarla a cabo adecuadamente, porque los
                                                      hijos y la tarea misma de la familia son el mayor
                        SOCIAL DE LA                  bien social, del cual la sociedad misma depende.
                                                         No  es  legítimo,  pues,  llamar  familia  a  cual-
                           EDUCACIÓN                  quier asociación o componenda si ésta no favore-
                                                      ce  el  verdadero  proceso  de  personalización.  Ni
                                                      tendría  derecho  moral  a  denominarse  familia
                                FAMILIAR              aquélla que, aun reuniendo los caracteres forma-
                                                      les, no reúne condiciones para cumplir su función
                                                      primordial.
                                                ―        Y por lo mismo, toda intromisión para mermar
                                  ANDRÉS JIMÉNEZ ABAD  o sustituir la responsabilidad de la institución fa-
                                                      miliar, bien sea con el señuelo de la profesionali-
                                                      dad técnica, con la celada de la socialización y de-
                                                      mocratización o con cualquier otra, es una profa-
                     onviene interrogarse acerca de cuál  nación que dificultará el crecimiento personal del
                     es el ámbito natural donde el ser hu-  ser humano.
                     mano puede encontrar con más ga-    Pretender privar al niño de ese primer espacio
                     rantías el remedio de las necesida-  de calor humano necesario para que se configure
                     des básicas en su infancia y elaborar  y consolide su yo en la edad temprana en nombre
                     así  una  urdimbre  firme,  en  la  que  de  cualquier  pretensión  supuestamente  ética  o
           C crezca una identidad gratificante y      social superior, sería condenarlo a una personali-
           sólida. Y ahí nos encontraremos siempre con esa  dad débil e insegura que mendigará permanente-
           específica comunidad humana fundada no sobre  mente la aceptación de los demás y buscará la de-
           simples  acuerdos  contractuales  sino  sobre  el  pendencia sin poder llegar a ser nunca él mismo.
           amor, donde al otro se le acepta solamente por-  Más aún, el Estado, suprema autoridad social, se
           que es. Cuando se menosprecia a la familia y el  creerá con derecho a usar y disponer de las per-
           Estado se pone por encima y por delante, se está  sonas, reducidas a una empobrecida condición de
           profanando a la familia y a la persona que, por na-  ciudadanos. Como decía Hegel: “Sólo en el Esta-
           turaleza, la necesita y la exige.          do tiene el hombre existencia racional… El hom-
              Nadie tiene derecho a contaminar este ámbito  bre debe cuanto es al Estado y solo en este posee
           insustituible  de  personalización,  desde  dentro  o  su esencia. Todo el valor que el hombre tiene, to-
           fuera: los padres tienen derecho a tener hijos, a  da su realidad espiritual, la tiene mediante el Es-
           decidir el número y el momento de tenerlos, así co-  tado… Podría decirse que el Estado es el fin, y los
           mo el tipo de educación que habrán de darles. Pe-  ciudadanos son sus medios.”
           ro una vez concebidos, son los hijos los que tienen  Entonces la persona será masa moldeable y ma-
           derecho a tener padres en un clima afectivo esta-  nipulable. Quizás así pueda entenderse el afán de
           ble que garantice su pleno desarrollo personal.   frivolizar y arruinar la interioridad de la familia
              El recién nacido entra en el mundo en un me-  por parte de unas u otras ideologías: si lo que in-
           dio dispuesto, incluso genéticamente, a amparar-  teresa  es  poder  disponer  del  individuo,  saqué-
           lo de manera entrañable. En ningún otro ambien-  moslo del lugar sagrado; convirtamos lo privado e
           te hallará la exigida atmósfera de felicidad, amor  íntimo en público. El hombre entonces, se sentirá
           y comprensión que encuentra mejor en la familia.  desarraigado y sin vínculos, a merced de los vien-
           Y esta, por tener el deber de asumir esa tarea aco-  tos  de  mercaderes  e  iluminados.  A  todo
           gedora  y  educadora  tiene  también  el  derecho  manipulador le estorba la familia. ❏


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