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LITURGIA
"HA ESCOGIDO
DIOS LO DÉBIL DEL lados en el desaliento?
"Buscad al Señor los humildes. Dejaré en me-
MUNDO" dio de ti un pueblo pobre y humilde que confiará
en el nombre del Señor" (So2.2.12) nos decía ha-
― ce pocos domingos el profeta Sofonías, a quien le
ALFREDO LÓPEZ VALLEJOS tocó vivir en tiempos del rey Josías, siete siglos an-
tes del nacimiento de Cristo. Y añadía el profeta
Daniel: "Porque eres justo en cuanto has hecho
con nosotros y todas tus obras son leales. Por eso,
acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíri-
uántas veces, en estos últimos tu humilde. Que ese sea hoy nuestro sacrificio y
tiempos, no habremos comentado que sea agradable en tu presencia, porque no
y lamentado la situación socio-reli- hay confusión para los que en ti confían. Ahora es
giosa que nos ha tocado vivir!, con cuando te seguimos de todo corazón" (Dan.3,31-
síntomas tan diversificados como 41). También el apóstol Pablo aporta su reflexión:
universales: la aparente irrelevan- "Sé andar escaso y sobrado, estoy curtido en todo
C cia de la iglesia en la sociedad ac- y para todo, a la saciedad y al hambre, a la abun-
tual, el descenso presencial en nuestras celebra- dancia y a la privación. Todo lo puedo en aquel
ciones, la sensible disminución en las vocaciones que me conforta" (Fil. 4,12-13). "Mi gracia te bas-
a la vida consagrada; lo mismo que en las esta- ta, porque mi fuerza se manifiesta en la debilidad.
dísticas de bautizos, primeras comuniones, hasta Por tanto me gloriaré en mi debilidad para que se
en la misma tasa de natalidad. La incuestionable manifieste en mí la fuerza de Cristo; pues cuando
caída de jóvenes que solicitan no ya el sacra- soy débil es entonces cuando soy fuerte" (1Cor.
mento del matrimonio, sino cualquier otra alter- 1,27-29). Y es en su segunda carta a los Corintios,
nativa social que pueda comprometerles definiti- donde nos ilumina con el título que encabeza es-
vamente. Una perspectiva que se nos presenta ta página: "Ha escogido Dios lo débil del mundo,
con abundancia de datos y signos que nos alar- lo que no es, para reducir a la nada a lo que es.
man y preocupan porque los vemos expresados a Para que ningún mortal se gloríe en la presencia
nivel local, ambiental, continental y hasta global. del Señor" (12,8-10).
Situación que no puede menos que alarmar- No tendríamos que alarmarnos, ni angustiar-
nos y hasta en cierto modo desalentarnos, al no nos, ni refugiarnos en la desesperanza. En reali-
encontrar ni explicación válida ni solución senci- dad, bien miradas las cosas, y según la enseñan-
lla. Puestos a buscar posibles soluciones, recurri- za de Jesús en el Evangelio, resulta que la pobre-
mos al relativismo y al secularismo tan típicos de za siempre ha sido uno de los valores más distin-
nuestros tiempos, aunque tampoco eso nos con- tivos y característicos de la buena noticia del Rei-
suela, ni nos proporciona ningún remedio. Des- no de los Cielos, algo muy apropiado, consustan-
orientados nos preguntamos: ¿Qué nos estará di- cial y acorde con los proyectos de Dios. Ese ha si-
ciendo Dios con todo ello? La verdad es que es- do siempre su estilo. Será Él mismo quien mani-
tábamos demasiado instalados y satisfechos con festará su poder y, mediante nuestra actual debi-
otro estilo de vida bien diverso, de presencia de lidad, precariedad y hasta insignificancia, quien
la Iglesia en el mundo. ¿Será posible que la úni- llevará a cabo su proyecto salvador y de
ca salida consista en resignarnos y vivir acuarte- transformación del mundo. ❏
LA VERDAD • 41