Page 28 - Laverdad_4319
P. 28

PORTADA








           l Los refugiados e inmigrantes. Partiendo de la
           base de que «no cabe una división entre proble-
           mas propios de la moral social y problemas de la
           moral  personal»,  es  nuestro  deber  subrayar  la
           importancia de integrar en el ámbito de la defen-
           sa de la vida humana el cuidado de las personas  te proceso crear cauces para escuchar su voz y
           que llegan a nuestras fronteras, la mayoría de las  para darles espacio en la vida de la Iglesia y de la
           veces en condiciones tan trágicas. Nunca se dirá  sociedad. Es cierto que «el cuidado de los ancia-
           que no son humanos, pero, en la práctica, con las  nos es responsabilidad primera de la familia, pe-
           decisiones y el modo de tratarlos, se expresa que  ro la familia necesita apoyo y ayudas. Es impres-
           se los considera menos valiosos, menos impor-  cindible un diálogo social e institucional sobre la
           tantes, menos humanos. Es inaceptable que los  atención a las personas mayores».
           cristianos compartan esta mentalidad y estas ac-
           titudes, haciendo prevalecer, a veces, ciertas pre-  l Al  final  de  la  vida.  La  vida  humana,  que  co-
           ferencias políticas por encima de hondas convic-  mienza con tanta vulnerabilidad en el seno ma-
           ciones de la propia fe: la inalienable dignidad de  terno, en muchas ocasiones vuelve a ser frágil en
           cada persona humana más allá de su origen, co-  la última etapa de la existencia terrena. La gran
           lor o religión, y la ley suprema del amor fraterno.  tentación consiste en buscar falsas vías, que pre-
                                                      tenden eliminar el sufrimiento, cuando lo que es-
           l En la enfermedad mental. La salud mental ha  tán haciendo es acabar con la vida de la persona.
           de ser estudiada y promovida por los profesiona-  La  eutanasia  y  el  suicidio  asistido  legitiman  la
           les de la medicina, pero no cabe duda de que es-  muerte como solución a problemas que parecen
           te humus de desvinculación, pobreza afectiva y  irresolubles. De manera indirecta puede animar y
           falta de sentido y esperanza es caldo de cultivo  justificar a quien decide poner fin a su vida. Una
           adecuado para la génesis y desarrollo de algunas  sociedad no puede, al mismo tiempo, mostrar su
           de estas enfermedades. El drama del suicidio no  preocupación por el incremento de los suicidios y
           puede  desligarse  de  estos  problemas  de  salud  legitimar la muerte como derecho que soluciona
           mental y del vacío de sentido de la existencia.  problemas […]. La eutanasia no es un derecho, si-
           Consideramos que el alarmante aumento de sui-  no la expresión triste de una derrota de lo más
           cidios, de manera especial entre los más jóvenes,  esencial del ser humano. La eutanasia no solo nos
           es un tema que merece ser considerado con hon-  quita la vida, sino que claudica en el núcleo de la
           dura.  Como  Iglesia,  queremos  ofrecer  nuestra  libertad  de  ser  simplemente  humanos,  vulnera-
           colaboración para afrontar el tema y también de-  bles  y  dependientes,  pero  de  incalculable  valor
           seamos estar cerca de los familiares y amigos de  como seres creados por amor a imagen y seme-
           las personas que se han suicidado, acogiendo y  janza de Dios, seres con valor y no precio. Por eso,
           acompañando con respeto su dolor.          una vez más, manifestamos nuestro rechazo a la
                                                      ley que regula la eutanasia y pedimos la aproba-
           l En la ancianidad. En una sociedad del descar-  ción de una ley integral de cuidados paliativos,
           te y la desvinculación, los mayores siempre tie-  dotada de los recursos necesarios, para acompa-
           nen mucho que perder. Constatamos con grati-  ñar  de  manera  verdaderamente  humana  a  las
           tud que en algunos sectores se está empezando  personas en la fase final de su vida.
           a reformular su papel y su importancia, pero es
           necesario pasar de las consideraciones teóricas,  Propuestas de acción
           que valoran su insustituible contribución social y
           eclesial, a un planteamiento en el que las perso-  El análisis realista de la situación no debe lle-
           nas mayores sean protagonistas. Es clave en es-  varnos  al  pesimismo  ni  a  la  desesperanza,  ya


           28 • LA VERDAD
   23   24   25   26   27   28   29   30   31   32   33