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EDUCACIÓN
TIEMPO PARA
ESCUCHAR, PARA mentos adecuados para hablar con ellos sobre
todos los temas. Tiempo para estar con ellos -
dar tiempo es dar vida-. Tal vez hablar despacio
ENSEÑAR A PENSAR con ocasión de un acontecimiento familiar im-
portante, de una excursión o de una noticia, o
― con ocasión de una lección de ciencias natura-
les que están estudiando, o de los temas que
ANDRÉS JIMÉNEZ ABAD
surgen en la clase de Religión, de la película
que acabamos de ver con ellos, del comporta-
miento de ciertos compañeros…
n artículos anteriores hemos venido Hay momentos muy propicios, como las so-
tratando de la importancia de edu- bremesas, en las que salen a colación aconteci-
car en la reflexión buscando la ver- mientos o temas de conversación. Pero también
dad, tanto en el ámbito familiar co- hay ocasiones no buscadas: al ir juntos en el co-
mo en el escolar. Es importante ofre- che, al salir de compras. En cualquier oportu-
cer datos y habilidades, pero a la nidad que nos brinde la convivencia diaria pue-
E vez hay que aportar y suscitar crite- de surgir una reacción, un juicio, una pregunta,
rios y actitudes, valores de sentido. No hay que un comentario de incalculable valor formativo.
dar las cosas pensadas, y ya. Tenemos que ayu- En primer lugar es preciso escucharle para
dar a que los niños y jóvenes logren “ver” por hacernos cargo de cómo está su cabeza por
sí mismos. dentro. Si no, corremos el peligro de soltar un
El sistema educativo presente, tan sesgado "rollo" bien intencionado, pero poco útil para
ideológicamente, tan alejado de la persona y él. Para ello es bueno animarle a comentar, ‘ti-
tan disperso, y el ritmo tan acelerado de vida y rarle de la lengua' con tacto y escuchar con pa-
de búsqueda del bienestar a ultranza que agita ciencia a que termine sus explicaciones y pre-
a tantas familias, dificultan esta labor, tan im- guntas, hacerle preguntas y observaciones pa-
portante para la maduración de la persona. ra ver cómo es capaz de argumentar: “Lo que
Pero precisamente en un mundo lastrado de dices ¿se apoya en...?, ¿qué te hace pensar
superficialidad y altamente hedonista y erotiza- que...?, ¿y por qué piensas que esto es así...?”,
do es más decisivo fomentar el esfuerzo refle- pueden ser preguntas que obliguen a razonar
xivo desde los momentos más tempranos de la más sólidamente, a no precipitarse o a no de-
evolución del carácter. Dejar que los niños se jarse llevar por un simple prejuicio.
acostumbren a dejarse llevar por sus caprichos Conviene no cortar y corregir de manera ta-
y a verlos satisfechos de forma inmediata es jante o airada, sino adaptarse a la situación y al
una trampa mortal que les hará débiles y vul- clima de la conversación, a su capacidad de
nerables en el futuro. Muchos, a la hora de de- comprender; valorar sus puntos de vista aun-
cidir, en lugar de pararse a pensar y considerar que no siempre se les dé la razón. Si la conver-
qué es lo importante en cada caso, qué valores sación se acalora y vemos que no están recep-
están en juego, qué consecuencias se pueden tivos a nuestras apreciaciones, conviene dejar
seguir, simplemente se dejan llevar por las apa- que pase algún tiempo y cuando haya un clima
riencias, las tendencias de moda, las ganas y de tranquilidad volver al asunto con tacto: “A
las desganas, o “lo que dicen los demás”. propósito, ¿sabes que el otro día me quedé
Los padres han de encontrar tiempo y mo- pensando en lo que dijiste?”… ❏
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