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EL ARZOBISPO RESPONDE

Muchas veces me he a Iglesia siempre se posi-
ciona desde la observan-
preguntado si no cia de los Diez Manda-
convendría hacer una mientos ya desde los tiem-
pos del Pueblo de Israel.
declaración universal,
Esta es la ley de la Iglesia
desde todos los L y sin restricciones o modu-
ámbitos sociales, laciones ideológicas. Ella misma ha-
bla de la integridad de la persona y
políticos y religiosos,
afirma: “La persona casta (limpia)
sobre el sentido del mantiene la integridad de las fuerzas
valor de la sexualidad de la vida y de amor depositadas en
ella. Esta integridad asegura la uni-
sana y armónica dad de la persona; se opone a todo
puesto que hoy, en el comportamiento que la puede lesio-
ambiente social, está nar. No tolera ni la doble vida ni el
doble lenguaje. La castidad implica
tan maltratada y un aprendizaje del dominio de sí, que La buena
castigada por la es una pedagogía de la libertad hu- formación y
mana. La alternativa es clara: oel ser educación
lujuria, la fornicación, humano controla sus pasiones y ob- sexual
la pornografía, la tiene la paz, o se deja dominar por requieren

prostitución, los ellas y se hace desgraciado” (Cate- templanza,
cismo de la Iglesia Católica, nº 2338- que tiende a
abusos… ¿Qué 2339). Afirmar que la castidad es la impregnar de
enseñanza promueve la integración lograda de la sexualidad racionalidad
Iglesia sobre este en la persona requiere la ascesis del las pasiones y
que desea madurez personal y consi- los apetitos
tema? derarse como un don de sí. La se- de la
xualidad considerada en puro objeto, sensibilidad
se convierte en una esclavitud de las humana.
pasiones.
El dominio de sí es una obra que
dura toda la vida. Nunca se la consi-
derará adquirida de una vez para
siempre. Esto requiere saber que las
edades a medida que van pasando de
niños, jóvenes y adultos se deben

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